Al considerar la gerencia como el conjunto de actividades y procesos que se dan para planificar, organizar, dirigir y controlar (Figura 1) los recursos de una organización con el fin de alcanzar sus objetivos y metas; y paralelamente considerar a la actividad agrícola en términos de empresas agrícolas que requieren para su óptimo funcionamiento un enfoque gerencial, se hace evidente que la toma de decisiones es un elemento que permanentemente estará en la producción agrícola
Figura 1. Etapas de la gerencia
Es por esto que todo aquello que permita mejorar la toma de decisiones, bien sea en la toma de decisión en sí, o en lo oportuno que se tome esa decisión, siempre será muy bien valorado.
En los procesos agrícolas se buscará permanentemente mejorar la eficiencia, la cual puede ser vista desde tres perspectivas:
- Eficiencia técnica: que busca obtener la mayor cantidad de producto comercial con la mínima cantidad de recursos. El indicador mas utilizado para medir esta eficiencia es el rendimiento por unidad de superficie.
- Eficiencia económica: busca obtener la mayor cantidad de ingresos económicos derivados de la actividad agrícola, al menor costo posible. El indicador más utilizado para medir esta eficiencia es la rentabilidad, (unidades monetarias que ingresan a la empresa como consecuencia de la actividad agrícola entre unidades monetarias utilizadas para generar el proceso agrícola), expresada en porcentaje bien sea sobre unidades de superficie (por ejemplo rentabilidad por hectárea) o sobre biomasa producida (por ejemplo rentabilidad por kg. producido).
- Eficiencia ambiental: busca que el proceso productivo tenga el mínimo impacto ambiental. Los indicadores más utilizados para medir la eficiencia ambiental son la huella de carbono (básicamente la relación existente entre la cantidad de carbono expresados como gases de efecto invernadero que genera el proceso agrícola, y la cantidad de carbono que se fija, que se “atrapa” como consecuencia de la actividad agrícola) y la huella hídrica (básicamente la la cantidad de agua utilizada en el proceso agrícola y la cantidad de agua que se hace indisponible para el consumo humano como consecuencia de la actividad agrícola).
Sea cual sea la eficiencia que se quiera mejorar, es indudable que el éxito o fracaso en esta función vendrá dado en gran medida por las decisiones que se tomen antes y durante el proceso agrícola. Y estas decisiones deben ser decisiones informadas, es decir, decisiones basadas en la información existente alrededor del proceso agrícola, pero adicionalmente a que deben ser informadas, para tener un verdadero impacto positivo en mejorar cualquiera de las eficiencias mencionadas, deben ser decisiones oportunas. La primera consideración al respecto es que normalmente las decisiones en un proceso agrícola que se esté llevando en una empresa agrícola, no son decisiones generales sobre la empresa, son decisiones que se toman sobre un lote de producción. Un lote de producción es la mínima unidad (bien sea de terreno o un conjunto de seres vivos) sobre la cual se da un manejo uniforme. Es así que un lote en producción vegetal es normalmente una superficie de terreno que posee un suelo uniforme, su pendiente es uniforme, y esto lo hace una unidad que puede ser uniformemente manejada. En un invernadero, un lote de producción puede ser una sección del invernadero en la cual se den condiciones uniformes, o un lote puede ser un grupo de plantas que fueron trasplantadas en una misma fecha, o en un semillero un grupo de semillas que están en una misma bandeja de germinación, en un proceso de engorde de pollos un lote de producción será el galpón en el cual están alojados los pollos, o puede ser también un grupo de galpones en los cuales se dio el alojamiento el mismo día, en producción porcina un lote de producción puede ser un grupo de animales que fueron destetados el mismo día, mientras que en maternidad también en producción porcina un lote será una madre. En ganadería bovina vacuna, un lote en producción de carne podría ser un grupo de animales de aproximadamente la misma edad, pero en producción de leche pareciera más conveniente que un lote sea una vaca individual, en la producción de camarones un lote de producción podría ser un estanque. Tal como se evidencia, no hay un concepto único de lote de producción, dependerá del tipo de producción agrícola al cual se está haciendo referencia, y también dependerá de lo la gerencia de la empresa agrícola considere más conveniente, puesto que el concepto de lote puede impactar no solo en la producción como sería evidente, sino también, entre muchas cosas, en la forma de organizar el recurso humano para el proceso.
Es por esto que intentando simplificar lo que es un proceso agrícola, se hace necesario considerar qué aspectos son relevantes en cualquier toma de decisiones relacionadas con un proceso agrícola, lo cual se representa en la figura 2.
Al ver en conjunto las Figuras 1 y 2, y pensando por ejemplo en producción de maíz, lo que se decida hacer día a día en cada lote, estará primeramente condicionado por lo que se planificó. Por ejemplo, se planificó producir 25 toneladas de maíz en ese lote, una vez que se fija ese objetivo, se organizan los recursos disponibles para ir tras ese objetivo, es decir, se organiza la maquinaria e implementos agrícolas, se organizan los insumos necesarios, para que se dé la ejecución del proceso. Se podrá tener un listado de lo que debe hacerse en ese lote día a día. Es lo que primeramente determinará las decisiones que se toman en el día a día sobre un lote de producción. Esa planificación, con su posterior organización de recursos para cumplir con los objetivos, se basa principalmente en los registros históricos de producción de ese lote (si el lote históricamente ha tenido una producción fluctuante entre 10 y 13 toneladas por hectárea no se sensato pensar que este ciclo va a producir 25 toneladas por hectárea, a no ser que haya un cambio disruptivo en la tecnología que sobre él se aplica), en los factores predecibles de producción (es decir, los factores que son previamente conocidos tales como los suelos del lote con sus propiedades físicas y químicas, la pendiente del lote) y la estacionalidad de plagas y enfermedades (no es sensato sembrar conociendo que pueda existir coincidencia entre las plantas en campo y la máxima probabilidad de aparición de alguna plaga o enfermedad). Esta planificación puede ser alterada en el día a día por los factores impredecibles de producción, especialmente los factores climáticos, que aun cuando muestran cierta estacionalidad, no son realmente eventos que se sepa con suficiente antelación que ocurrirán o no. Es por esto que los pronósticos meteorológicos, que normalmente se pueden conocer unas pocas horas antes que ocurran, pueden afectar la planificación y organización sobre un lote. Por ejemplo, si se tiene
Figura 2. Aspectos que normalmente definen la toma de decisiones sobre un lote de producción
previsto hacer alguna fumigación un día X, pero el pronóstico meteorológico indica que se darán fuertes vientos sobre ese lote, lo sensato es alterar la planificación, y aplazar es aplicación, Una de las características de la producción agrícola es el dinamismo que se da como consecuencia de una serie de factores que no han sido considerados en la planificación y organización o simplemente no pueden ser considerados por ser totalmente impredecibles. Las consecuencias de estos eventos pueden trastocar completamente lo que se tenía planificado, y ameritan acciones inmediatas. Es decir, las decisiones que se tomen día a día sobre un lote de producción no vendrán dadas únicamente por lo que se planificó, también vendrán dadas por los resultados de los monitoreos o evaluaciones que se hagan sobre el lote de producción. Si no se tenía previsto controlar determinada plaga, pero en los monitoreos se evidencia que esa plaga está en el lote, evidentemente hay que controlarla, la decisión de control no vino de una planificación previa, viene del monitoreo. Venga de donde venga la decisión, bien sea de lo planificado que puede verse alterado por los pronósticos meteorológicos, o bien sea por el resultado del monitoreo, se hace evidente que los volúmenes de información requeridos son muy grandes. Son estas decisiones las que conforman la etapa de control en la gerencia (Figura 1), pues se tomarán medidas, se tomarán decisiones para contrarrestar el efecto negativo que pudiera tener lo identificado en los monitoreos, para mantener las expectativas del logro del objetivo y las metas previamente planificadas.
Si se piensa en solo un lote de producción, el volumen de información ya es suficientemente grande: cultivar sembrado, en qué fecha, registro histórico del lote, maquinaria e implementos disponibles, insumos disponibles en almacén, precipitación proyectada para una fecha determinada, temperatura proyectada para una fecha determinada, velocidad del viento proyectada para una fecha determinada, contenido de humedad en el suelo, poblaciones de malezas presentes –especie por especie- entendiendo que no todas las malezas tendrán el mismo efecto negativo sobre la producción agrícola, poblaciones de insectos, poblaciones de patógenos, -especie por especie- por las mismas razones que se indicaron para las malezas, grado de desarrollo del cultivo (si es producción vegetal), o peso alcanzado (si es producción animal), o niveles de producción de leche si es ganado vacuno, u ovino o caprino…y pensar en lograr una toma de decisiones considerando toda esta información se torna muy difícil, y si toda esta información se multiplica por unos 20, 30, 40 o mas lotes que pueden manejar grandes productores, sin duda alguna se torna en un volumen de información tan grande que no hay mente humana que lo pueda manejar y tomar decisiones oportunas basadas en esta información. Es esta la situación en la que la agromática puede aportar grandes beneficios en mejorar la eficiencia del proceso productivo mediante la contribución a un manejo eficiente de la información para la toma de decisiones informadas y oportunas, entendiendo como agromática el marco conceptual que resulta de la convergencia entre agronomía e informática, que tiene el reto de generar y manejar grandes cantidades de datos que provienen de sistemas agrícolas para mejorar la eficiencia en su producción (Laurentin y Gomes, 2018).
Ante todo lo expuesto, si se quiere conceptualizar de manera simple lo que es la transformación digital en la agricultura, esta puede ser definida como el proceso gerencial-tecnológico-educativo que busca optimizar la generación, captura y análisis de información en un proceso agrícola. Así definida, se separa rápidamente de otros conceptos que muchas veces se ven como equivalentes o solapados: agricultura de precisión, agricultura 4.0, ambos conceptos están basados mayormente en la tecnología en sí, en mejorar determinado proceso agrícola mediante nuevos equipos, mientras que el concepto de la transformación digital está basado en el proceso gerencial, la tecnología es utilizada para optimizar el proceso gerencial, y sobresimplificando parte de la digitalización de los datos que se requieren para la toma de decisiones en un proceso agrícola, para que así, tecnologías de información y comunicación (TIC) como computación en la nube, movilidad, ERP, internet de las cosas, big data e inteligencia artificial puedan expresar su máximo potencial en la agricultura.
La serie Transformación Digital en la Agrícultura, tiene, además del presente manual, un manual para cada una de las tecnologías de información y comunicación (TIC) utilizadas o potencialmente utilizables en el proceso de transformación digital en la agricultura. Aun cuando cada manual se entiende por sí solo, al ser cada uno parte de una serie pudiera llevarse cierta secuencia, la cual sería: 1. Gerencia agrícola y transformación digital. 2. Movilidad en la agricultura en un contexto de transformación digital. 3. Computación en la nube y agricultura. 4. Internet de las cosas en la agricultura. 5. Teledetección en la agricultura. 6. Sistemas de información geográfica en la agricultura. 7. ERP en la agricultura. 8. Big data e inteligencia artificial en la agricultura. 9. Integración de tecnologías en la transformación digital de la agricultura: el rol de las Apps.
Bibliografía recomendada.
Laurentin, 2023. Transformación digital en la agricultura. Editorial Académica Española. Saabrücken, Alemania
Laurentin 2024. Big data e inteligencia artificial en la agricultura. Serie Transformación Digital en la Agricultura). universidadagricola.com. Recuperado 11 de marzo 2024.
Laurentin 2024 Computación en la nube en agricultura. Serie Transformación Digital en la Agricultura). universidadagricola.com. Recuperado 7 de febrero 2024.
Laurentin 2024 ERP en agricultura. Serie Transformación Digital en la Agricultura). universidadagricola.com. Recuperado 11 de marzo 2024.
Laurentin 2024. Integración de tecnologías en la transformación digital de la agricultura: el rol de las Apps. Serie Transformación Digital en la Agricultura). universidadagricola.com. Recuperado 18 de marzo 2024.
Laurentin 2024 Internet de las cosas (IoT) en agricultura. Serie Transformación Digital en la Agricultura). universidadagricola.com. Recuperado 27 de febrero 2024
Laurentin 2024 Movilidad en la agricultura en un contexto de transformación digital. Serie Transformación Digital en la Agricultura). universidadagricola.com. Recuperado 7 de febrero 2024.
Laurentin 2024 Sistemas de información geográfica en agricultura. Serie Transformación Digital en la Agricultura). universidadagricola.com. Recuperado 4 de marzo 2024.
Laurentin 2024. Teledetección en agricultura. Serie Transformación Digital en la Agricultura). universidadagricola.com. Recuperado 11 de marzo 2024.
Laurentin, H. y J. Gomes. 2018. Agromatics The Framework to Optimize the Agricultural Process with Information and Communication Technologies. Biomedical Journal of Scientific and Technical Research 5:3 DOI: 10.26717/BJSTR.2018.05.001214
Como citar este folleto: Laurentin, H. 2024. Gerencia agrícola y transfomación digital (de la Serie Transformación Digital en la Agricultura). universidadagricola.com. Recuperado xx de mes de año
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