Suelos: cultivos anuales y rotaciones eficientes para protegerlo

Ensayos de larga duracion del INTA analizan las labranzas y secuencias que mejoran el contenido de carbono, la estabilidad estructural del suelo y minimizan la erosion.

Mientras la superficie sembrada y la demanda mundial de alimentos aumentan, el manejo de los suelos con rotaciones que incluyan diversos cultivos, sumados a la siembra directa, permiten una agricultura sustentable. Rotaciones intensivas con trigo, centeno, cebada y maiz, mejoran el contenido de carbono y la estabilidad estructural y protegen al suelo de la erosion por el agua y el viento.

«Desde el Instituto de Suelos y desde el Programa Nacional de Suelos del INTA, se esta preconizando una agricultura mas intensiva que aproveche mejor los recursos y que atienda, fundamentalmente, a diseños de rotaciones mas eficientes de cultivos», dijo Miguel Taboada, director de ese instituto del INTA.

Luego de 28 años de medir el efecto de las secuencias de cultivos y los sistemas de labranza sobre los contenidos de carbono y nitrogeno total y su relacion con el rendimiento, especialistas del INTA Marcos Juarez –Cordoba– explicaron que «un nivel superior de carbono en el suelo puede lograrse incorporando pasturas perennes en base a alfalfa en las rotaciones». Ademas, «la siembra directa permitiria elevar el nivel de carbono superficial del suelo en los sistemas de produccion y mantener un equilibrio productivo sustentable mas elevado que con la labranza convencional».

A partir de sus ensayos de labranza de larga duracion, Hugo Marelli y Juan Arce, de esa unidad del INTA, destacaron que «en 40 años la siembra directa continua de soja y trigo gana 10 % mas de carbono en el suelo, en comparacion con la siembra directa solo de soja».

Alternar la secuencia trigo/soja con cultivos anuales tambien reduce las perdidas de carbono. «Un nivel superior de carbono en el suelo y de sustentabilidad puede lograrse incorporando pasturas perennes en base a alfalfa en las rotaciones», preciso Marelli. Los ensayos mostraron que los sistemas mixtos agricola-ganaderos incrementaron entre el 13 y el 19 % el carbono total por hectarea en los 25 cm de profundidad.

Agricultura sustentable

Para Taboada, «el uso de la labranza convencional era el principal factor desencadenante de degradacion de suelos y, en este sentido, la adopcion masiva de la siembra directa es sin duda un avance». El residuo del cultivo anterior queda en la superficie y mantiene o incrementa el carbono del suelo, si se incluyen cultivos que lo dejen en forma abundante.

En la Argentina, desde hace mas de cuatro decadas, la siembra directa contribuye a limitar o detener los procesos de perdida de suelo por el agua y el viento, aunque los problemas de degradacion aun son importantes, ya que su adopcion se dio con una fuerte prevalencia de la soja. En ese sentido, dijo: «Hacer cualquier monocultivo es malo, sea soja o sea maiz, desde el punto de vista de la proliferacion de malezas y plagas».

Para proteger el suelo, el mayor obstaculo es la repeticion de los cultivos que dejan el suelo poco cubierto, gran parte del año. Lo que en la region pampeana ocurre con la soja, sucede en el norte con el algodon o en el oeste con el girasol. Segun Taboada, «cuando se hacen estos cultivos, el gran problema es que tienen sistemas de raices muy pobres».

Una agricultura sustentable requiere de rotaciones mas convenientes. Mantener el trigo en las secuencias o hacer cultivos de cobertura, con verdeos en invierno o, segun la region, con centeno, avena, maiz, cebada o sorgo, mejora notablemente la calidad de los suelos. «Son gramineas que tienen un sistema de raices muy fibroso, fasciculado, que puebla la superficie de los suelos y los mejora», dijo.

Mas presion productiva

El desafio de incrementar la productividad sin degradar el recurso gana cada vez mas importancia en el mundo, con 300 millones de hectareas de tierras productivas deterioradas en forma irreversible y el 60 % de las restantes, con procesos de degradacion avanzados.

En la Argentina, a diferencia de lo que sucedia 25 años atras, cuando se sembraban unas 20 millones de hectareas –ahora son mas de 30– y se producian unas 25 millones de toneladas de granos, contra las casi 100 actuales, hoy existe mucha mayor presion de produccion sobre los suelos.

FUENTE: intainforma.inta.gov.ar