Compost casero para el huerto en terrazas, jardineras etc..

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El compost sirve para mejorar la tierra del jardín y alimentar a las plantas sin tener que usar posteriormente abonos químicos que revierten en las aguas residuales que a su vez va al suelo con lo que ello conlleva. El compost es el corazón de todo huerto biológico.

Con la adición de compost, los suelos arenosos retendrán más agua y los arcillosos desaguarán mejor, facilita la penetración profunda de la raíz, permitiendo un menor cuadro de plantación. Para elaborarlo se aprovechan tanto residuos vegetales del jardín si se tuvieran o de los restos de las jardineras en las que tenemos plantas ornamentales, nuestro propio “Huerto” urbano, así como los restos orgánicos del hogar; es decir: ES UNA MUY BUENA FORMA DE RECICLAJE.

La proporción que se obtiene es aproximadamente: por cada 100 kg de restos orgánicos se obtienen 30 kg de abono.

El compost se puede aplicar al suelo en cualquier momento ya que no quema las raíces de la planta.

RESTOS QUE PODEMOS USAR:
1) Del jardín:
Hojas, césped, paja utilizada como acolchado, ramas podadas, serrín (siempre y cuando se añada nitrógeno adicional), etc.

Las malas hierbas sólo si son anuales y no lleven semillas, porque las perennes que tienen estolones (ej. grama) bulbillos (ej.: junicia) o rizomas pueden mantener su viabilidad y brotar.

2) De casa:
Cenizas, posos del café o de té, infusiones con papel incluido, cáscara de huevo, (aunque no en exceso, ya que en ese caso la aportación que hacemos de Nitrógeno será demasiado elevada, lo cual no nos interesa), frutas, verduras y hortalizas.

Periódicos no impresos en color, yogures caducados ya que favorecen la, actividad de bacterias, hongos y otros micro-organismos, papel de cocina, etc.

TODO ELLO BIEN TROCEADO; por lo que es recomendable disponer de una máquina biotrituradora para las ramas gruesas que no se puedan cortar con las tijeras y para picar los restos vegetales y acelerar así su descomposición. En el caso de no tener una dejar las ramas más finas para compost y las gruesas para barbacoa.

El tamaño del residuo influye en la velocidad de descomposición. Las partículas menores tienen más superficie para ser atacadas por los micro-organismos. Un método barato es pasar la máquina de cortar el césped por las hojas caídas de los árboles, el resto de poda y demás restos. De este modo obtendremos una reducción en tamaño, que nos permitirá mayor carga en el compostador y aceleraremos el proceso de compostaje, para que se descompongan y fermenten.

QUÉ NO DEBO ECHAR:
• Carne, huesos, pescado, Plantas y frutos enfermos o gran cantidad de vegetales podridos pues producen malos olores y putrefacción
• Los excrementos de animales domésticos y de personas. Llevan patógenos.
• Ceniza y serrín de madera tratada o aglomerados. Colas y barnices. Por la toxicidad.
• Por supuesto cualquier material que no sea orgánico y biodegradable: plásticos, vidrio, tetrabrik, etc.
Los restos de césped son generalmente altos en nitrógeno, (mezclados adecuadamente con las hojas aumentará el ritmo de la descomposición de ambos porque los micro-organismos requieren una cierta cantidad de nitrógeno para su desarrollo).

Las hojas caídas de los árboles, paja, serrín, papeles, hojas secas, etc. tienen mucho carbono y poco nitrógeno (por lo que habrá que añadir nitrógeno adicional. Sugerencia: Usar nitrificante EMISON N – 14)

CARACTERISTICAS PARA HACER COMPOST

La forma más elemental es hacer un montón en un rincón del jardín o usar un cajón hecho con listones de madera, cajas…. para que se airee y se eliminen los líquidos sobrantes. Poner una bandeja con tierra debajo del cajón que recogerá el exceso de líquidos, en el caso de ponerlo en la terraza (Esto puede atenuarse dejando crecer vegetación en los bordes de las pilas)

Tamaño: de 1,5 de ancho por 1,5 de largo. La altura deberá no ser mayor a 1,80 m ya que el peso del material puede compactar las capas inferiores.

Humedad: lo ideal es humedecer las capas a medida que se va formando el montón, luego a través del tiempo la humedad debe ser controlada, lo óptimo es ni muy mojado ni muy seco. Una forma de comprobar si la humedad es la apropiada es hundir un poco los dedos en el compuesto, si el mismo se adhiere a los dedos es que tiene humedad

Temperatura: generalmente en las primeras etapas del proceso se suele producir aumento de la temperatura interior de la pila, esta no debe superar los 70 °C, cuando esto sucede debemos removerla, un truco es siendo capa por capa formar la pila invertida y rehumedecer. Con una temperatura de 40-60ºC se eliminarán los gérmenes y posibilidad de que en 3 ó 4 meses tener un compost de calidad.

Mantenimiento: los primeros días es mejor remover cada 15 días, pero pasados aproximadamente 30 días ya no hay que hacerlo tan seguido. Si el montón se reduce excesivamente podemos agregarle material por encima y regar una vez al mes.

También se puede comprar un compostador prefabricado. Los hay de distintos materiales (plástico, resina, térmicos, etc.) y tamaños diversos, además disponen de ventilación y aberturas para que funcione la descomposición. No deben estar cerrados herméticamente, y debe poder abrirse por la parte inferior.

DÓNDE UBICAR EL COMPOSTADOR:
Deberá reposar directamente sobre tierra.
En una zona sombría es mucho mejor que en al sol, ya que si no, se debe regar con frecuencia para mantener la humedad, lo cual supone un mayor gasto.

Para agilizar la fermentación en los centros de jardinería venden activadores de compostaje. Ideal para el primer día de instalación y se necesita arrancar el proceso con fuerza. Añadir lombrices es bueno igualmente (de hecho, desde la tierra suben).

Es interesante almacenar en otoño hojas secas para mezclarlas con el césped en primavera y verano, que es más abundante, y equilibrar así material seco con verde.

COMO SABER SI ALGO FALLA
Olor a amoníaco, significa que hay demasiado nitrógeno (material verde) sin mezclar con carbono (material seco). La solución: mezclar con materia seca (por ejemplo, hojas secas) y voltear.

Olor a podrido, significa que hay demasiada humedad y poco oxígeno. La solución: mezclar con materia seca.

El compostador está lleno de materia seca y fría, significa que falta humedad. Por lo tanto la solución: mezclar con restos de cocina verdes y voltear.

Moscas de la fruta son un tanto molestas si no se quieren ver o en menos cantidad se deben enterrar un poco los restos de cocina.
Si la mezcla resulta demasiado ácida y no evoluciona, se puede incorporar cal al conjunto.
Estará listo en unos 3 meses en primavera-verano y hasta 6 en invierno
Para ver si ya está en su punto, tomar un puñado con la mano. Deberá tener un color marrón o negruzco similar al del mantillo, olor a bosque y estar frío debido a la falta de actividad microbiana.
Por último, se separan con el tamiz, para separar los restos que no se han descompuesto y que se puede utilizar para un compostaje posterior. Para macetas se debe pasar por un tamiz más fino.
Si no se usa el compost de inmediato, la mejor opción guardarlo en bolsas o sacos cerrados de forma hermética los cuales se pueden colgar en alguna pared de la terraza para su almacenaje y que no quite espacio en la terraza.

EN RESUMEN
Los ácidos resultantes de los procesos de degradación de la materia orgánica disuelven parte de los productos minerales del suelo y los hacen aprovechables para la nutrición de las plantas. La acción microbiana favorece la desaparición del efecto residual de la aplicación de herbicidas y otros productos Fito- sanitarios.

El nitrógeno contenido en el compost se encuentra en forma asimilable por las raíces, con la ventaja de ser retenido en el horizonte A – B (capa cultivable del suelo), evitando ser arrastrado por las aguas de lluvia o de riego a capas más profundas fuera del alcance del sistema radicular. La modificación que produce en la población microbiana del suelo la hace más apta para la asimilación del nitrógeno.

El contenido en fósforo y potasio del compost no suele ser elevado, pero, la modificación de las características físico – químicas del terreno hace que se incremente el grado de disponibilidad de estos elementos para la planta. El compost incorpora al terreno micro elementos (cobre, magnesio, cinc, manganeso, hierro, boro, etc.), muy necesarios para la actividad y desarrollo vegetativo de las plantas.

También reduce la necesidad de pesticidas químicos al producir plantas saludables que son menos susceptibles a plagas de insectos y enfermedades. Proporciona un saludable entorno biológico por el alimento que provee para microorganismos beneficiosos, gusanos e insectos de suelo.