¿Las hojas de la planta se están poniendo amarillas?

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Una de las enfermedades más habituales en las plantas es la clorosis férrica. Se detecta por el amarillamiento progresivo de las hojas de la planta. Se inicia en las hojas más jóvenes pero acaba afectando a todas las hojas pudiendo provocar la muerte de la planta.

La clorosis férrica se produce cuando la planta sufre carencia de hierro, sin embargo, esta carencia puede tener varias causas:

Falta de hierro en la tierra o sustrato. El hierro es un oligoelemento esencial para las plantas en pequeñas cantidades. Si no realizamos de forma periódica un abonado orgánico de la tierra, las plantas agotarán el hierro y este oligoelemento empezará a escasear.

pH de la tierra demasiado alcalino para esa planta. El pH del suelo afecta a la disponibilidad de nutrientes. Si el pH es demasiado alcalino, puede ocurrir que aunque el suelo sea rico en hierro, la planta no esté pudiendo absorberlo a través de sus raíces. La mejor forma de saberlo es realizando un análisis de pH.

Para corregir el problema será necesario cambiar el sustrato o trasplantar la planta a una zona del jardín con un suelo de pH adecuado, un pH neutro para la mayoría de plantas o un pH ácido si se tratara de una planta acidófila.

Es posible que en nuestro jardín tengamos un suelo de pH alcalino, muy habitual en regiones de clima seco, como por ejemplo en la Península Ibérica. Si el nivel de alcalinidad no es muy alto, podemos intentar neutralizar un poco el pH evitando regar con agua calcárea y añadiendo sobre el suelo acolchados o abonos orgánicos ácidos como agujas de pino o turba rubia.

Pero en general, neutralizar un suelo alcalino será muy difícil y lo más práctico será cultivar plantas resistentes al suelo alcalino en tierra abierta y si queremos cultivar algunas plantas sensibles a la alcalinidad, hacerlo en maceta o en un macizo preparado con sustrato ácido.

Tierra demasiado pesada o arcillosa, con problemas de encharcamiento. En este caso, la tierra es rica en nutrientes y en hierro, pero es posible que la planta no esté pudiendo acceder al hierro. Debemos realizar un cavado profundo para mezclar la tierra con un sustrato arenoso y con compost de forma que la tierra se vuelva más porosa.