La agricultura es uno de los sectores más expuestos y vulnerables frente a los desastres naturales y los impactos del cambio climático. Sequías prolongadas, inundaciones, plagas, heladas y tormentas pueden devastar cosechas, destruir medios de vida y desencadenar crisis alimentarias, especialmente en comunidades rurales dependientes de la producción agropecuaria.
En este contexto, la reducción del riesgo de desastres (RRD) se ha consolidado como un pilar fundamental para lograr la resiliencia agrícola, la seguridad alimentaria y el desarrollo rural sostenible.
¿Qué es la Reducción del Riesgo de Desastres (RRD)?
Según la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR), la RRD comprende «las políticas, estrategias y medidas que se adoptan con el objetivo de prevenir la aparición de nuevos riesgos, reducir los riesgos existentes y gestionar los desastres residuales». Su objetivo no es solo reaccionar ante los desastres, sino anticiparse, prepararse y transformar los sistemas para resistir mejor.
El riesgo agrícola: una construcción social, económica y ambiental
En agricultura, el riesgo de desastre no se limita a los fenómenos naturales. Surge de la interacción entre amenazas físicas (climáticas, biológicas) y factores de vulnerabilidad como:
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La degradación del suelo y la deforestación.
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La falta de acceso a tecnologías adaptativas.
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La dependencia de monocultivos sensibles.
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El escaso acceso al financiamiento o seguros.
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La falta de institucionalidad o políticas adecuadas.
Así, el riesgo es una construcción social. Y como tal, puede ser reducido a través de decisiones, inversiones y cambios de comportamiento.
¿Por qué es crucial la RRD en el sector agrícola?
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Protege medios de vida rurales
La mayoría de los pequeños productores dependen directamente de su producción agrícola para alimentarse y generar ingresos. Reducir riesgos protege su seguridad económica y su estabilidad social. -
Previene crisis alimentarias
Cuando una sequía o una inundación afecta regiones agrícolas clave, las consecuencias pueden escalar hasta provocar escasez de alimentos y aumento de precios. -
Contribuye a la adaptación al cambio climático
Muchas medidas de RRD, como la diversificación de cultivos o el uso de semillas resistentes, son también estrategias de adaptación. -
Reduce costos futuros
Prevenir y reducir riesgos es mucho más rentable que responder a emergencias. Cada dólar invertido en RRD puede ahorrar hasta siete dólares en recuperación.
Estrategias clave de RRD en la agricultura
1. Gestión del riesgo climático
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Sistemas de alerta temprana para fenómenos como sequías o heladas.
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Calendarios agrícolas ajustados a la variabilidad climática.
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Cultivos resistentes a sequía o enfermedades.
2. Prácticas agrícolas resilientes
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Agroecología y agricultura regenerativa.
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Rotación y diversificación de cultivos.
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Manejo sostenible del agua y los suelos.
3. Infraestructura rural adaptada
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Construcción de reservorios, terrazas, cortinas rompevientos.
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Sistemas de riego eficientes.
4. Seguros agropecuarios y fondos de contingencia
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Protección financiera frente a eventos extremos.
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Herramientas paramétricas basadas en índices climáticos.
5. Fortalecimiento institucional y educación rural
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Formación de líderes rurales en gestión de riesgo.
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Integración de la RRD en políticas agrarias y planes de desarrollo.
El Marco de Sendai y la RRD en agricultura
El Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres (2015-2030) establece como prioridad:
«Incorporar la RRD en todos los niveles y sectores, incluida la agricultura, con enfoques multisectoriales y participativos».
Esto implica:
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Que los ministerios de agricultura deben trabajar coordinadamente con los de ambiente, infraestructura, planificación y protección civil.
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Que se fomente la participación activa de productores y comunidades rurales, como sujetos clave en la gestión del riesgo.
Desafíos para la implementación
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Financiamiento limitado para medidas preventivas en zonas rurales.
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Falta de datos y análisis de riesgos localizados.
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Poca articulación institucional y débil planificación intersectorial.
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Baja adopción tecnológica por parte de pequeños agricultores.
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Desigualdad de género y acceso a recursos.
Por: Ing. Agr. Ricardo Castillo López
MSc. Dr.
universidadagricola.com