Abonado de la patata

 Patatas

Para abonado del cultivo de la patata y entre las recomendaciones  de fertilización, como norma general y en ausencia de otros factores, la relación Nitrógeno, Fósforo Potasa N  P2O5  K2O, habitual en el abonado de fondo es 1.2.3. Además de  las aportaciones de nitrógeno en cobertera.


No obstante, la aplicación de fertilizantes debería estar basada en el análisis de suelo de la parcela a cultivar y en el lugar que ocupa el cultivo en la rotación. Normalmente, la patata es cabeza de rotación.


Cálculo de la dosis


De forma generalizada en todos los cultivos, para el cálculo de la dosis deberá tenerse en cuenta el balance de cada uno de los nutrientes, es decir, las entradas y las salidas.


La diferencia entre las salidas y las entradas de nutrientes debe compensarse con los fertilizantes, corregidos con la correspondiente eficiencia.


Para determinar las necesidades de fertilizante nitrogenado se deberá tener en cuenta la mineralización de la materia orgánica. Esta cuestión es clave pero difícil de determinar a priori porque influye, además del contenido de materia orgánica y el tipo de suelo, la meteorología. No obstante, los centros de transferencia y  de asesoramiento de las distintas regiones disponen de datos medios de mineralización que pueden ser utilizados como una buena estimación.


Si cuando se va a proceder al abonado no se encuentra una formulación con el equilibrio exacto que se desea aplicar, hay que darle prioridad al nitrógeno frente al resto de elementos.


Épocas y momentos de aplicación


La práctica habitual es aplicar toda la dosis de fósforo y de potasio de fondo en presiembra, junto con una pequeña proporción de nitrógeno de alrededor del 20%, unos días antes de la siembra.


El resto del nitrógeno debe ser aportado a partir de los 20 días de la emergencia.


Para evitar su lixiviación, las aportaciones deberán acompasarse al ritmo de absorción de nitrógeno por la planta, norma que es especialmente importante en suelos ligeros.


Si la parcela es de regadío y el sistema de riego lo permite, el mejor método de aplicación del nitrógeno es la fertirrigación. Esta práctica permite aportar el nitrógeno paulatinamente desde la emergencia hasta que el cultivo presenta el 80% de cobertura del suelo.


Forma en que se aportan los elementos nutritivos (mineral/orgánica) 


Debido a que este cultivo suele ser cabecera de rotación, es normal aplicar una aportación de estiércol de 20 TM/ha.


La práctica habitual es aplicar el fertilizante de fondo mediante un complejo NPK.


En cobertera se suele emplear urea, solución nitrogenada 32, etc., y nitrosulfato amónico cuando se desea aportar también azufre especialmente indicado en suelos calizos.


Programas de fertilización


De acuerdo con las consideraciones anteriores, se proponen los siguientes Programas de fertilización de patata para diferentes rendimientos:


Para rendimiento de 20 Tm. de patatas por Hectárea:
De Fondo en Presiembra: 800 kg/ha NPK 4-8-16   | 400 kg/ha NPK 9-18-27  
En Cobertera: 200 kg/ha solución nitrogenada 32 ó 250 kg/ha nitrosulfato amónico 26


Para rendimiento de 40 Tm. de patatas por Hectárea:
De Fondo En Presiembra o cobertera: 1.000 kg/ha NPK 4-8-16  |   (500 kg/ha NPK 9-18-27 + 200 kg/ha sulfato potásico 50)
En Cobertera: 200 kg/ha solución nitrogenada 32  ó  250 kg/ha nitrosulfato amónico 26


Abonado de la patata y recomendaciones de fertilización