CASCARILLA CONTRA LAS MALEZAS

Muy buenos resultados ha arrojado una sencilla práctica agrícola, implementada por la regional 8 de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Corpoica) para combatir las malezas y lograr un mejor desarrollo de los árboles frutales. Se trata de la utilización de cascarilla de arroz, que sirve de cobertura y se aplica en la llamada área de plateo de las plantas, es decir, aproximadamente hasta 2.5 metros alrededor del tallo, evitando la presencia de malezas y la pérdida de agua por evapotranspiración, al tiempo que disminuye la erosión, ya que el suelo no queda expuesto a la acción de la lluvia, la lixiviación y el lavado de los nutrientes aplicados.

Igualmente, la cascarilla permite un aumento de la actividad biológica, mejorando así las propiedades físicas y químicas del suelo. Además, la degradación de las coberturas vegetales aportan nutrimentos, los cuales son absorbidos por la planta.

La cascarilla de arroz no solo controla la presencia de malezas sino que mejora la retención de agua de la planta, disminuye la temperatura del suelo, permite un adecuado crecimiento, ayuda a la fijación de nitrógeno, fósforo y potasio, y reduce costos pues como no hay maleza no se requiere mayor aplicación de herbicidas ni insecticidas.

Según Javier Orlando Orduz, investigador de l programa agrícola de Corpoica, además de cascarilla también se está ensayando con plásticos, costales y heno de Brachiaria Decumbens, colocados alrededor de las plantas a partir del período de instalación del cultivo.

Esta es una buena manera de aprovechar las cerca de 50.000 toneladas de cascarilla de arroz que se producen en el Meta y que actualmente solo constituyen un problema para los molineros ya que este material es considerado como fuente de contaminación , dice Orduz.

En cuanto a la aplicación, el ingeniero considera que se debe utilizar cascarilla de arroz reposada con el fin de evitar la presencia de plagas y malezas. Se riega alrededor de la planta una capa con un espesor de cinco centímetros aproximadamente.

Entre los surcos que rodean los frutales (en este caso cítricos) se recomienda la siembra de maní forrajero.

Recientemente, Corpoica y Unillanos realizaron un experimento en un cultivo comercial de cítricos, ubicado en el municipio de Acacías.

Mientras que en unos árboles se utilizaron coberturas de cascarilla de arroz y heno, en otros se cumplió un control de maleas utilizanco dosis de Karmex y Gramoxone, en una dosis de 2 kilos y un litro por hectárea respectivamente. El diseño fue de bloques completos al azar con tres repeticiones y un tiempo de duración del experimento de 18 meses, dentro de los cuales se hicieron 5 muestras del peso de materia seca de las malezas.

El tratamiento que registró un control de malezas eficiente fue el de cobertura de cascarilla de arroz, seguido por la cobertura de Brachiaria. Posteriormente quedó el que utilizó cascarilla de arroz más cinco por ciento de úrea y definitivamente el que mayor proliferación de malezas presentó fue el suelo sin cobertura y controlado con herbicidas.