El papel de los hongos entomopatógenos y hongos antagonistas

En el manejo de plagas y enfermedades

Los insecticidas en la actualidad siguen siendo una herramienta fundamental para el control de insectos fitófagos como la mosquita blanca (Bemisia argentifolii Bellows & Perring).

Sin embargo, su capacidad para desarrollar altos niveles de resistencia es una preocupación constante, además, se debe de entender que varios de los insecticidas que se utilizan para su control, debido a su composición química y modo de acción, pueden seleccionar el mismo mecanismo de resistencia, por lo tanto, la rotación o alternancia debe considerar estos aspectos.

Esto significa que no se debe sujetar a las poblaciones de cada generación a presión de selección por un grupo de insecticidas que tengan el mismo modo de acción (Martínez, 2003), aunado a lo anterior se encuentra el impacto negativo en el medio ambiente, los residuos en las partes comestibles de los vegetales, entre otros aspectos, debido a su mal empleo (Nieves y Ruíz, 2002).

Dentro de las diferentes estrategias que se tienen para el manejo de plagas se encuentra el uso de hongos entomopatógenos entre los que destacan Paecilomyces fumosoroseus, Metarhizium anisopliae, Beauveria bassiana y Verticillium lecanii, mismos que por su forma de actuar pueden ser auxiliares en el manejo de resistencia (Martínez, 2003), no contaminan el agroecosistema, respetan la fauna benéfica y a los seres humanos, (Alatorre, 2004), además de ser poco frecuente o raro la resistencia de las plagas hacia el control biológico (Garza, 2003).

La forma de actuar de estos organismos se puede explicar de la siguiente forma; la parte que inicia el proceso de infección de los hongos entomopatógenos son las esporas y el proceso de enfermedad puede separarse de acuerdo con Tanada y Kaya (1993) en tres fases:

adhesión y germinación de la espora sobre la cutícula del insecto,

penetración dentro del hemocelo y

el desarrollo del hongo en el interior del insecto lo cual generalmente provoca su muerte.

Al morir el insecto se termina el desarrollo parasítico del hongo y comienza a crecer saprofíticamente en el hemocelo (o interior del insecto), posteriormente el micelio emerge del cadáver bajo condiciones favorables (especialmente alta humedad) para formar el micelio característico sobre el integumento del insecto muerto (Tanada y Kaya, 1993). Las temperaturas presentes en la mayoría de los agroecosiste-mas varían entre 10 °C y 40 °C generalmente no afectan a estos organismos (Ignoffo, 1992).

C1hongos Efectividad de productos a base de hongos entomopatógenos

Los productos a base de hongos entomopatógenos son una alternativa muy importante para el control de insectos debido a la efectividad biológica que ejercen sobre sus poblaciones ya que logran disminuirla drásticamente, por lo tanto al tomar medidas con el uso de hongos entomopatógenos se logra causar una epidemia en la población de mosquitas blancas, tal es el caso del hongo Paecilomyces fumosoroseus cepa Abn Pf 303 (a una concentración de 1.2 x 1012) (Aviles et al., 2004a), asimismo en un esquema tentativo para el manejo de plagas en tomate se recomienda el uso de hongos entomopatógenos en las cuatro etapas del cultivo (Aviles et al., 2004b).

En el sur de Tamaulipas (en el municipio de Altamira), se realizó un trabajo en tomate cherry donde se evaluó la efectividad biológica de algunos productos para el control de mosca blanca (Bemisia tabaci) durante el periodo del 2 de marzo al 25 de mayo de 1999, época donde el insecto alcanza su más alta densidad. Los tratamientos que se evaluaron fueron los siguientes (Avila-Valdez y Hinojosa-Reyes, 2000);

En los resultados de los muestreos se observó que los insecticidas biológicos a base de B. bassiana y P. fumosoroseus se comportaron estadísticamente igual que los productos convencionales, Endosulfan y Amitraz. La mezcla de Endosulfan más B. bassiana presentó valores aritméticos similares a los biológicos mostrando que se puede utilizar el control químico con un insecticida biológico obteniendo buenos resultados, con la ventaja de que se está disminuyendo el volumen de ingrediente activo del Endosulfan al 50% (Avila-Valdez y Hinojosa-Reyes, 2000).

En otro estudio en el cultivo de melón se establecieron trabajos bajo condiciones de campo e invernadero, en el Campo Experimental La Laguna (CELALA) en Matamoros, Coahuila donde se evaluaron los siguientes insecticidas para el control de la mosquita blanca de la hoja plateada (MBHP) Bemisia argentifolii (Nava et al., 2003).

Condición de invernadero

1) B. bassiana Cepa Abn Bb 102 2.0 L/ha,

2) B. bassiana Cepa Abn Bb 102 1.0 L/ha,

3) P. fumosoroseus Cepa Abn Pf 303 2.0 L/ha,

4) P. fumosoroseus Cepa Abn Pf 303 1 L/ha, 5) testigo sin tratar.

C2hongos g1hongos

Condición de campo

1) P. fumosoroseus Cepa Abn Pf 303 dos aplicaciones,

2) P. fumosoroseus Cepa Abn Pf 303 cuatro aplicaciones,

3) B. bassiana Cepa Abn Bb 102 dos aplicaciones,

4) B. bassiana Cepa Abn Bb 102) cuatro aplicaciones,

5) Piretrina natural cuatro aplicaciones

6) Endosulfan + Amitraz cuatro aplicaciones, y

7) testigo sin tratar (Nava et al., 2003).

Los resultados del trabajo se presentan en la Gráfica 1 y Cuadro 2.

Recomendaciones para el uso de productos a base de hongos entomopatógenos:

En el caso de los productos de Agrobiológicos del Noroeste SA de CV AGROBIONSA, a base de entomopatógenos como Paecilomyces fumosoroseus cepa Abn Pf 303, Metarhizium anisopliae cepa Abn Ma 201, Beauveria bassiana cepa Abn Bb 102, Verticillium lecanii cepa Abn VI 402 y TRI-SIN ® (Paecilomyces fumosoroseus, Metarhizium anisopliae, Beauveria bassiana) las dosis que se recomiendan de manera general para asperjar el cultivo son las siguientes; si se van a aplicar las presentaciones en líquido se recomiendan de 1 a 2 L por ha y si se van a aplicar las presentaciones en polvo se recomiendan de 240 a 480 g por ha entendiéndose que 1 L de un producto contiene la misma cantidad de esporas que los 240 g de ese mismo producto, (Ej. 1 L de P. fumosoroseus cepa Abn Pf 303 tiene 1.2 x 1012 esporas y 240 g de P. fumosoroseus cepa Abn Pf 303 también contienen 1.2 x 1012 esporas).

Es importante señalar que existen diferencias entre los distintos cultivos que se establecen en las diferentes zonas agrícolas de México asi también como en los equipos de aplicación que se utilizan, y como resultado, la dosis, la frecuencia y presentación a utilizar de los productos por hectárea pueden variar en función de varios aspectos entre los que destacan el gasto de agua, la etapa del cultivo, el tipo de producción (bajo invernadero o a campo abierto), y obviamente la presión que las plagas ejerzan.

Teniendo en cuenta lo anterior se mencionaran algunas recomendaciones para lograr un mejor uso

de los productos a base de entomopatógenos:

Dosis

Utilizar mínimo 1 L ó 240 g de producto en 200 L de agua. Si se utiliza menor concentración se diluirá la cantidad de esporas por mililitro de agua y por lo tanto también disminuirá el número de esporas en la planta y en los insectos lo que se puede reflejar en menor efectividad del producto.

En el caso de la presentación líquida se recomienda utilizar como máximo 1.5 L de productos en 100 L de agua esto con la idea de no exceder el 1.5% de concentración con respecto al agua (puesto que la mayoría vienen con un aceite de origen mineral).

Para el caso de invernaderos de producción se recomiendan utilizar las dosis en polvo, o utilizar el 50% de la dosis total en polvo y el otro 50% de la dosis total en líquido. Ej. si se recomienda utilizar 2 dosis de P. fumosoroseus cepa Abn Pf 303 por ha se puede utilizar 1 L más 240 g.

Es importante señalar que estos productos son de contacto por lo tanto hay que poner mucha atención en el equipo de aplicación que se utilice puesto que el éxito de este tipo de productos depende en gran medida de las aplicaciones.

Otro aspecto importante es ajustar el pH a 6.5 y utilizar un aderente no-iónico.

Se recomienda agitar constantemente la mezcla del tanque, inclusive cuando se utilizan las bombas de motor se recomienda que se agite vigorosamente la mezcla si ésta se mantuvo estática, para homogenizar los componentes y evitar que estos se apliquen más concentrados en algún momento de la aspersión.

Frecuencia de aplicación

La frecuencia de aplicación ha utilizar dependerá en gran parte de la presión y el daño que la plaga a combatir esté ejerciendo sobre el cultivo, pero de manera general se puede sugerir que las aplicaciones de este tipo de productos se pueden iniciar al detectar los primeros insectos o bien algún indicio (alimentación) que delate su presencia, es importante señalar que las primeras dos aplicaciones se pueden hacer a intervalos cortos (3 ó 4 días entre la primera y segunda) con la idea de establecer y asegurar en un periodo de tiempo un gran número de esporas, con el propósito de retardar en lo posible el establecimiento del insecto plaga y su multiplicación en el cultivo.

Dependiendo de las condiciones ambientales y la reinfestación del cultivo se puede seguir aplicando cada semana con la idea de tener, el mayor tiempo que se pueda, esporas en el cultivo y si existen migraciones constantes es recomendable aplicar dos veces a la semana puesto que a mayor número de esporas el impacto sobre la plaga será mayor.

Mezclas

No se recomienda mezclar los productos con fungicidas, hay que alternar las aplicaciones con un intervalo mínimo de tres días.

No mezclar con fertilizantes que tengan altas concentraciones de elementos menores ni con azufre.

Se puede mezclar con jabones agrícolas, repelentes y con algunos insecticidas químicos.

Se recomienda que antes de aplicar en todo el cultivo algún tipo de mezcla se realicen pruebas en áreas pequeñas para comprobar su fitotoxicidad, puesto que existen diferencias en los cultivos, inclusive entre las variedades. Porque, aunque esté probado que un producto solo no afecta a la planta, se desconoce el efecto que puede tener al realizar mezclas desconocidas.

Hongos antagonistas

El control biológico de fitopatógenos no puede considerarse sólo de interés académico. En 1995 se reportaron al menos 30 agentes comerciales para el control de patógenos con origen en el suelo en el mercado mundial, además, fueron al menos 14 agentes comerciales para el biocontrol de fitopatógenos en los Estados Unidos (Wilson y Backman, 1999).

Dentro de los diferentes patógenos con origen en el suelo (o patógenos del suelo) que atacan el sistema radical de tos cultivos se encuentra diferentes especies de hongos de los géneros Fusarium, Pythium, Phytophthora, Rhizoctonia y especies de nematodos de los géneros Meloydogyne, Pratylenchus, Aphelenchus, entre otros, los cuales ocasionan daños considerables a las plantas cultivadas.

El control biológico de patógenos del suelo ha recibido tanta atención como el control biológico de patógenos foliares o florales. Algunos de los factores responsables del sustancial esfuerzo dirigido hacia el biocontrol de patógenos del suelo y el relativo alto nivel de satisfacción (juzgado por el número de productos comercializados) incluye:

la falta de variedades de plantas resistentes para muchos patógenos del suelo,

la ausencia de bactericidas y la escasa disponibilidad de funguicidas para el uso en contra de patógenos del suelo,

el alto costo de tratamientos con agentes químicos en campos grandes,

la dificultad de proteger con un químico contra la infección tratando todo el lugar debajo de la tierra,

la relativa facilidad de proteger los lugares de infección usando semilla inoculada con un agente de biocontrol, y

la gran abundancia de información sobre la ecología de los patógenos con origen en el suelo comparado con los patógenos foliares (Wilson y Backman, 1999).

De los diferentes organismos que se utilizan para el control biológico de patógenos del suelo se encuentra Trichoderma harzianum, Trichoderma hamatum, Verticillium biguttatum, aislamiento de Fusarium oxysporum no patogénico Fo47, y el hongo nematófago Paecilomyces lila-cinus (Ullah et al., 2001; Wilson y Backman, 1999).

La forma de actuar de los productos biológicos a base de alguno de los antagonistas o nematófagos antes mencionados es la siguiente:

Los productos a base de Trichoderma harzianum actúan inhibiendo el crecimiento de los hongos fitopatógenos, básicamente los del suelo, mediante procesos de competencia natural, formando una coraza alrededor de la raíz de la planta y por procesos de micoparasitismo (Nieves y Ruíz, 2002).

En el caso de los productos a base de Paecilomyces lilacinus para el control de nematodos el modo en el que actúan es similar al de los entomopatógenos, ya que la espora que se pone en contacto con la superficie de algún estado biológico de los nematodos, germina, lo penetra, se reproduce en el interior del nematodo o huevecillo ocasionándole deformación y su muerte. P. lilacinus parásita huevecillos de Meloidogyne spp. y Globodera sp., también invade hembras y quistes de diferentes especies de nematodos fitoparásitos (Khan era/., 2001).

Recomendaciones para el uso de productos a base de hongos antagonistas de Agrobiológicos del Noroeste S. A. de C. V. (AGROBIONSA)

Dosis

Las dosis que se utilizan de Trichoderma harzianum cepa 503 y Paecilomyces lilacinus cepa 329 (ambos a una concentración de 1.2 x 1012) es de 240 a 480 g por hectárea de cada producto.

Trichoderma harzianum cepa 503 se puede utilizar en tratamientos a semillas, incorporado en el sustrato, en charolas

de producción de plántula, equipo de riego por goteo y aplicaciones dirigidas a la base de la planta.

Paecilomyces lilacinus cepa 329 se puede utilizar en el equipo de riego por goteo o rodado, antes del planteo o al plantarse.

Para ambos productos hay que tener un pH entre 5.5 y 7.

Para facilitar ta solubilidad de los productos en el agua puede utilizar un adherente.

Frecuencia de aplicación

La frecuencia de aplicación puede variar en un rango de 7 a 30 días dependiendo de diferentes factores como el agente causal de la enfermedad, su impacto en el cultivo, la susceptibilidad de la variedad, la cantidad de inoculo, el tipo de producción del cultivo (si es en hidroponía o no) entre otros aspectos.

Mezclas

No se recomienda mezclar con fungicidas, hay que alternar las aplicaciones entre estos con intervalos de tres a cuatro días.

No mezclar con productos de reacción alcalina. HC