¿Cómo se inició la producción porcina en Venezuela?

En el segundo viaje de Colón a las tierras americanas, año 1493 (Siglo 15), se embarcaron los primeros cerdos que fueron llevados según  Pond, (1974) a Haití,  pero de acuerdo a la versión de otros historiadores los cerdos traídos llegaron primero a Cuba y de allí trasladados a Venezuela; siendo el tronco genético de dichos animales  el cerdo Ibérico, caracterizados por ser negros lampiños y negra entrepelada; investigadores de la Universidad Nacional Experimental de los Llanos Ezequiel Zamora (UNELLEZ) y la Facultad de Agronomía de la Universidad Central de Venezuela (UCV), caracterizan al cerdo criollo venezolano con una “capa de color negro, rojiza y manchado, lampiño o entrepelados, presencia o no de mamellas, pezuñas en forma de casco o hendido y trompa larga”  (Ernesto Hurtado, Carlos González, Hiran Vechionace).

De esta manera se obtiene la información que “el cerdo criollo venezolano muestra rasgos zoométricos similares al cerdo criollo cubano y al cerdo pelón mexicano” (Hurtado, 2004),  ya que el “cerdo criollo cubano tiene parecido al cerdo Ibérico: animales de capa negra mayormente lampiños o entrepelados, aunque pueden presentar caracteres atávicos tales como mamellas, sindactilia (casco de mula), presentar 10-12 mamas”  (Rico, Mora y Roque, 1999).

Los cerdos criollos en un principio los ubicaron en Borburata y Coro, (Estudio F.A.O Producción y Sanidad Animal).

Con el correr de los siglos, Investigadores avocados al estudio del cerdo criollo establecen que dichos cerdos se ubican para el momento en los estados llaneros de Guárico y Apure (Hurtado y González, 2000), pero se hace necesario destacar que los rebaños bovinos, igualmente ubicados en los estados llaneros, eran acompañados por grupos de cerdos criollos los cuales se utilizaban para la alimentación del personal. Esta panorámica de la producción porcina de nuestro país se mantiene durante mucho tiempo, y  ya en el siglo XX los cerdos criollos se comercializaban esporádicamente, siendo recogidos y trasladados a mataderos luego de una ceba de 12 meses o más, para obtener animales de 60 kilos, en el mejor de los casos.

La situación sanitaria de esos animales dejaba mucho que desear, pues la incidencia de parasitosis realmente era notable, lo cual bajo el punto de vista de salud pública era un problema y los decomisos de canales eran muy altos.

En la década de los años 50, se produce en Venezuela un fenómeno de carácter social: una oleada de migrantes provenientes de España, Portugal e Italia primordialmente y de otros países de Europa como Alemania, Polonia,                                   Hungría, Bulgaria entre otros;  a consecuencia de la guerra,  buscaban mejores horizontes y debido a que en nuestro país se abría un período de grandes construcciones de carreteras, autopistas, viviendas, hacía de Venezuela un destino muy solicitado por quienes se veían en la imperiosa necesidad de migrar.

Esta migración impactó notablemente en los hábitos de consumo y otros aspectos de la vida nacional, pues al incorporarse en nuestro país trajeron otros hábitos de alimentación  como el uso de los embutidos que no se producían acá y sólo podían obtenerse con la importación.  En consecuencia, poco a poco se van estableciendo organizaciones elaboradoras de embutidos; siendo la pionera en este aspecto Plumrose, pero surgió un problema y ello era que el cerdo criollo no cubría los estándares para la elaboración de jamones, por lo que se optó en la década de los 60 importar razas de cerdo europeas y norteamericanas, para mejorar la calidad de los productos elaborados a partir de la carne de cerdo.

Con estas importaciones de animales igualmente entraron al país un sinnúmero de enfermedades.

Ante esta experiencia de importación de enfermedades se inician los programas de  vacunaciones contra la Peste Porcina Clásica y la vacunación contra Aftosa, enfermedades que para el momento supuestamente eran las únicas presentes en el rebaño porcino nacional.

En lo que respecta a la alimentación del material genético importado, éste exigía una mejor calidad de alimento, ya que con el alimento suministrado a los cerdos criollos no se cubrían las demandas nutricionales de los cerdos importados, lo cual hace que  los nutricionistas que laboraban en las pocas plantas de alimentos balanceados establecidas en el país, comenzaran a crear fórmulas para la elaboración de alimentos balanceados para cerdos,  en las diferentes fases de producción así, se inicia la producción de raciones para Cerdos.

Igualmente se van mejorando las rústicas instalaciones porcinas. En algunas granjas  ya se separan las Maternidades de las otras áreas de producción, el granjero productor de cerdos acepta la asesoría del Médico Veterinario y de una forma gradual se van tomando algunas medidas de Bioseguridad.

Estas mejoras en el rebaño nacional con la importación de material de Norteamérica e inicio de la Inseminación Artificial en la Facultad de Ciencias Veterinaria  de la U.C.V por el Dr. Mazzarri a nivel experimental, permite un mejor aprovechamiento del material importado, y una mejor calidad de  la carne de cerdo, lo que permite satisfacer las exigencias de las plantas elaboradoras de embutidos e igualmente la mayor demanda de la población de los derivados de la carne de cerdo, manifestándose para la década de los 80 un aumento en el consumo per cápita el cual alcanza, 7.9 kilos de carne de cerdo (Vecchionace).

En la década de los años 90, se incorpora una forma de motivación para los productores, estableciéndose  bonos por la calidad de la carne del cerdo que se colocaba en algunos mataderos, para ello se determinaba el magro que la canal presentaba, tomando en cuenta la experiencia que al respecto tenían algunos países como Dinamarca.

En esa misma década Plumrose inicia viajes con grupos de granjeros a la Feria Agropecuaria en Dinamarca y Holanda donde los productores venezolanos recibían charlas de la firma genética Danbred, se visitaban mataderos de cerdos y  casas comerciales especializadas en el ramo porcino, lo cual permitió la importación de un material genético Danés y equipos para cerdos (comederos, parideras etc.)

Este espaldarazo que se les dio a los productores porcinos se reflejó en muchísimas granjas, obteniéndose  cerdos al matadero con excelente magro  (54-55% de magro),  determinado por medio de la medición con equipos como el Fat-o-meter, el cual nos permitía obtener resultados de magro  en lotes de cerdos vivos a nivel de granjas  e igualmente mediciones de animales ya sacrificados a partir de canales. De esta manera los factores de mejora de la Producción Porcina han sido el resultado de:

Migración de ciudadanos Europeos a Venezuela y el establecimiento de una cultura   dietética diferente a la cual estaba acostumbrado el venezolano de comienzos del siglo XX,

Obtención de un material genético importado

Mejora de la calidad de los Alimentos Balanceados

Bonificaciones al productor por los niveles de Magro en canal

Mejora de las Instalaciones y establecimiento de algunas normas de Bioseguridad

Mejor utilización del material genético importado por medio de la Inseminación Artificial.

Asesoría Médico Veterinaria y establecimiento de planes de Vacunación

Todos estos elementos permitieron que la producción porcina nacional  evolucionara rápidamente con respecto a otros países.

Todo este avance en la producción porcina nacional exigía igualmente un liderazgo a nivel de los veterinarios que laborábamos en el ámbito de la producción porcina.     Es así, que era necesario que aquellos Veterinarios orientados hacia una especialización tuviesen un organismo líder y es a partir de esa concepción que en los años 1969-1970 los Doctores Raykosky, Antonio Dorta,  Dorronsoro, Serrano, Tulio Mendoza, Chávez, Gonzalo Cárdenas, Lozano, Ivanoff, Luis Alvarado y Carlos Marin, tratan de organizar al grupo de Médicos Veterinarios que para ese momento se dedicaba al sector porcino, y para ello comenzaron a dictar charlas sobre el control de la Peste Porcina Clásica y diferentes practicas de manejo, siendo bien recibidas por los productores de la época quienes agradecieron a estos destacados Médicos Veterinarios  las orientaciones que les impartieron.

Quiero destacar con esta semblanza que fueron los antes nombrados los pioneros de SOVVEC (Sociedad Venezolana de Veterinarios Especialistas en Cerdos). No es necesario hacer una apología de   cada uno de estos destacados colegas pues, ellos con su trabajo tesonero han dejado profunda huella en nuestra profesión: realizando investigaciones, haciendo diagnósticos que nos ayudaron a solucionar problemas y formando hombres y mujeres en el campo de la Sanidad y Producción de Cerdos.

Y es en el año de 1982, cuando un grupo de Veterinarios  venezolanos que asistía a un Congreso Internacional sobre producción de cerdos,  recogen el testigo dejado por los Colegas antes mencionados y el  Dr. Jaime Canadell, egresado de la Facultad de Ciencias Veterinarias  de la UCV  y Profesor de esta casa de estudios es quien logra fundar nuestra SOVVEC, la cual ha tenido hasta el presente varias Directivas.

Hasta estos insignes Médicos Veterinarios nuestro más profundo respeto y reconocimiento.

 

Médico Veterinario Hernán José Laurentin Rojas

 

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