Cuidando las colmenas en invierno

ES IMPORTANTE EVITAR QUE LAS COLMENAS MUERAN DURANTE EL INVIERNO EN EL CAMPO.

Todo factor que altere la capacidad de la abeja para acumular reservas corporales en otoño (falta de disponibilidad de proteina de calidad en cantidad o afecciones sanitarias), compromete la supervivencia de la colonia y el desarrollo primaveral. No se debe retrasar el tratamiento de varroa en el otoño, ya que el daño que provoca en las nuevas generaciones de abejas es irreversible. La varroa reduce el nivel de proteina corporal que es la fuente de las defensas corporales de las abejas y la reserva de proteina para el desarrollo primaveral. Puede darse el caso de colmenas fuertemente pobladas, con reservas adecuadas, pero con un tratamiento tardio contra varroa en otoño, que presenten una alta tasa de mortalidad invernal. En la primavera, las colmenas sobrevivientes no tendran varroa, pero el daño es irreparable.

ES IMPORTANTE EVITAR QUE LAS COLMENAS MUERAN DURANTE EL INVIERNO EN EL CAMPO.

Una colmena debilitada o muerta por loque americana, es pillada por las demas, diseminando la enfermedad. Si esto ocurre en invierno, en que las visitas a los apiarios son menos frecuentes, seguramente en la primavera siguiente veremos que las otras colmenas del apiario presentan signos de la enfermedad. La enfermedad se caracteriza por los siguientes signos:

El aspecto general del panal es de cria salteada.

Las larvas muertas se disponen de manera estirada a lo largo de la celda, de color marron y consistencia semifluida que se estira hasta 4 cm. (caracteristico aspecto de chicle).

Los operculos de las celdas que contienen larvas muertas estan humedos, oscuros, hundidos y con pequeñas perforaciones.

La larva seca se transforma en una escama que se adhiere firmemente a la pared inferior de la celda, de color marron oscuro, casi negra, muy dificiles de retirar.

El olor nauseabundo es frecuente, sobretodo en ataques severos.

Reservas: Respecto a las reservas, solemos considerar especialmente los requerimientos de miel o azucar de una camara de cria, que se estima entre 8 y 10 kilos. En la mayoria de los casos no suele considerarse el requerimiento proteico. La proteina es provista por el polen de las plantas y se utiliza para completar el desarrollo corporal de las abejas adultas (musculos, glandulas, sistema inmune, etc.) o para las tareas en el nido de cria (alimento de larvas, produccion de cera, etc.).