Para entender la acción climática global, es crucial diferenciar entre sus tres pilares interconectados: Mitigación, Adaptación y Pérdidas y Daños (L&D). Aunque a menudo se les confunde o se superponen en la práctica, representan respuestas a distintas fases y tipos de impactos del cambio climático. L&D, en particular, aborda los impactos que no pudieron ser evitados por la mitigación ni pudieron ser gestionados por la adaptación. Por eso, se le conoce como la «tercera pata» de la respuesta al cambio climático.
- Mitigación: Evitar lo Ingravitable
La mitigación se centra en prevenir o reducir la magnitud del cambio climático en sí mismo. Su objetivo principal es disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera o aumentar su absorción para frenar el calentamiento global.
- Enfoque: Abordar la causa raíz del problema.
- Ejemplos:
- Transición a energías renovables (solar, eólica) en lugar de combustibles fósiles.
- Mejora de la eficiencia energética en hogares, industrias y transporte.
- Reforestación y conservación de bosques, que actúan como sumideros de carbono.
- Desarrollo de tecnologías de captura y almacenamiento de carbono.
- Relación con L&D: Si la mitigación es exitosa en mantener el calentamiento global muy por debajo de 2°C (idealmente 1.5°C), se reducirá la escala de los impactos del cambio climático y, por ende, la magnitud de las pérdidas y daños futuras. Es la primera línea de defensa para evitar que ocurran los impactos más severos.
- Adaptación: Gestionar lo Inevitable
La adaptación se refiere a los ajustes en los sistemas naturales o humanos en respuesta a los estímulos climáticos actuales o esperados y sus efectos. Su objetivo es reducir la vulnerabilidad y construir resiliencia frente a los impactos inevitables del cambio climático.
- Enfoque: Gestionar las consecuencias inevitables de los GEI ya emitidos y el calentamiento que ya está en marcha. Implica vivir con los impactos del cambio climático.
- Ejemplos:
- Construcción de diques y barreras costeras para proteger contra el aumento del nivel del mar y las marejadas ciclónicas.
- Desarrollo de cultivos resistentes a la sequía o a inundaciones en la agricultura.
- Implementación de sistemas de alerta temprana para fenómenos meteorológicos extremos.
- Mejora de la gestión del agua y la diversificación de fuentes.
- Diseño de infraestructuras «resistentes al clima».
- Relación con L&D: La adaptación busca minimizar los daños y la exposición a los riesgos climáticos. Si la adaptación es efectiva, puede reducir la escala de las pérdidas y daños. Sin embargo, hay límites a lo que se puede adaptar. A medida que los impactos del cambio climático se intensifican, la capacidad de adaptación de muchas comunidades se ve superada.
- Pérdidas y Daños (L&D): Abordar lo Inevitable e Inadaptable
Las Pérdidas y Daños (L&D) se refieren a los impactos negativos del cambio climático que ya han ocurrido o que ocurrirán y que no pueden ser evitados por la mitigación ni abordados completamente mediante la adaptación. Son las consecuencias residuales e irrecuperables de un clima cambiante.
- Enfoque: Abordar las consecuencias que están más allá de la mitigación y la adaptación. Es el reconocimiento de que hay límites a la adaptación y que el cambio climático ya está causando impactos severos e irreversibles.
- Ejemplos:
- Pérdida de vidas humanas debido a un desastre extremo.
- Pérdida de territorios insulares debido al aumento imparable del nivel del mar.
- Destrucción total de infraestructuras (casas, escuelas, hospitales) que no pudieron resistir un huracán de intensidad sin precedentes.
- Pérdida de biodiversidad y ecosistemas únicos (arrecifes de coral blanqueados, glaciares que desaparecen).
- Desplazamiento forzado y permanente de comunidades debido a la desertificación o la inundación crónica.
- Impactos culturales irrecuperables (sitios del patrimonio sumergidos, prácticas tradicionales imposibles de mantener).
- Relación con Mitigación y Adaptación: L&D surge cuando la mitigación ha sido insuficiente para evitar un calentamiento excesivo y la adaptación ha alcanzado sus límites o ha sido inadecuada para proteger a las comunidades y los ecosistemas. Es el reconocimiento de la «injusticia climática» que sufren las naciones que menos contribuyeron al problema pero que son las más afectadas por sus consecuencias irreparables.
En resumen, podemos visualizar la relación de la siguiente manera:
- Mitigación: Corta el flujo de agua hacia una bañera (reduce la causa del problema).
- Adaptación: Recoge el agua que ya está desbordando la bañera (gestiona los impactos inevitables).
- Pérdidas y Daños: Se ocupa de los muebles dañados permanentemente por el agua que ya se ha desbordado y no se pudo contener (aborda los impactos que no se pudieron evitar ni gestionar).
La existencia de las Pérdidas y Daños subraya la urgencia de la mitigación ambiciosa y la adaptación robusta, pero también destaca la necesidad de un mecanismo para apoyar a aquellos que ya están sufriendo y seguirán sufriendo impactos que escapan a los esfuerzos actuales.
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