El Riego del Azafrán – Regadío de los campos de cultivo o azafranales

El Riego del Azafrán - Regadío de los campos de cultivo o azafranales

Recomendaciones para el Riego del Azafrán, regadío de los campos de cultivo o azafranales.

El azafrán es una cultivo con pocas exigencias de agua. El azafrán es una planta perfectamente adaptada, a climas secos, rozando en ocasiones situaciones límites, dependiendo, mucahas veces exclusivamente del agua procedente de las precipitaciones.

Esta adaptación al cultivo en secano se ve favorecida por las siguientes circunstancias:

–  La gran riqueza en materias de reserva de que se halla dotado genéticamente el bulbo,
–  La escasa superficie de sus hojas
–  Las especiales condiciones en que la planta lleva cabo el proceso de fotosíntesis
–  La textura de los suelos en que se desarrolla habitualmente el cultivo del azafrán, con predominio de materiales calizos y arcillosos, con una capacidad de retención de humedad de 2 a 3 mm/cm de profundidad y una permeabilidad de 6 a 9 mm/hora.

Todo esto determinan que un régimen de precipitaciones producido en circunstancias consideradas normales, sin espacios de tiempo de sequías prolongadas, resulte suficiente para abastecer los requerimientos de agua de la planta.

Existen, sin embargo, períodos críticos en que el azafrán se halla sometido bajo la influencia de circunstancias muy especiales, se hace precisa la aplicación de riegos.

Los riegos deberán ser copiosos, pero sin producir encharcamiento.

El momento de realizar los riegos es a últimos de marzo – primeros de abril, últimos de agosto – primeros de septiembre y mediados de octubre antes de la floración.

Se recomienda realizar los riegos a primeras horas de la mañana o a últimas horas de la tarde, para a evitar pérdidas innecesarias de agua por evapotranspiración como consecuencia de la influencia de la temperatura y la acción solar.

El agua de riego debe ser de calidad, exenta de vertidos de detergentes y otras impurezas procedentes de los núcleos urbanos cercanos a los campos de cultivo.

Sistemas de Riego para el cultivo del Azafrán:

Riego por superficie  Para el cultivo de azafrán este tipo de riego no es el mejor ya que presenta problemas de manejo, pensando sobre todo en la mecanización. Las parcelas suelen tener más problemas de enfermedades como Fusarium sp. y Rhizoctonia crocorum, al ser parcelas de huerta con cultivos precedentes sensibles.

Riego por aspersión En nuestra zona existen muchas parcelas con este sistema de riego, pero hay que tener en cuenta que:

• La programación de riegos no coincide con la de ningún cultivo, con lo cual no se puede sincronizar coo para este cultivo.
• Se tendría que poder regar de forma independiente al resto de la cobertura.

Riego localizado Al tratarse de pequeñas superficies de riego, puede ser interesante contemplar el riego por goteo. Es un sistema que se adapta bien, tanto si se plantea el cultivo en surcos como en mesas. Sin embargo, presenta inconvenientes como son el de entorpecer las labores de cultivo, al gradear, que, normalmente, se soluciona retirando las tuberías portagoteros. Por otro lado, esta retirada de tuberías es imprescindible para el arranque de cormos.

Generalmente, por estas y otras razones, el sistema de riego que mejor se adecua a la mayoría de las operaciones de cultivo es el de aspersión.

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