El mejoramiento agronómico transformó el uso ancestral dado en los agro-sistemas ganaderos como cercas vivas y alimento eventual, en un cultivo capaz de expresar el potencial forrajero observado en la planta y registrado por diferentes estudiosos.
El cultivo puede restringir en una hectárea de superficie el equivalente de 10 kilómetros de cerca viva. Esa hectárea se convierte en una plantación productiva durante 15 años. En bosque húmedo tropical o con riego, cada año tiene la capacidad de generar 15o.ooo kg de material comestible. Son reiterados y normales los registros de incremento de 25% de carne o leche adicionales al pastoreo, cuando se racionan diariamente con 5 kg de ese material comestible.
A pesar de la realidad expresada en el párrafo anterior, la adopción y desarrollo no se corresponden con las bondades forrajeras de ese cultivo en la alimentación y/o suplementación de bovinos, que es la especie animal en la que nos enfocamos inicialmente.
En el marco de la idiosincrasia y las realidades de áreas con vocación ganadera, esto lo explicamos por la necesidad de resolver tres nudos básicos totalmente justificados para la producción del cultivos y la alimentación animal, que son: 1.- simplicidad de los procesos, 2.- celeridad en la aplicación y 3.- aprovechamiento económico tanto de la aplicación tecnológica como de los resultados finales. Adicionalmente esos nudos hay que desatarlos en los tres componentes fundamentales: siembra, cosecha y suministro.
El uso de semillas sexuales de algún ecotipo superior es la solución agronómica para la siembra. Resuelve los nudos mencionados que garantizarían la expansión racional del cultivo.
La siembra mecánica de semilla sexual para establecer plantaciones en sistemas ganaderos representa la máxima eficiencia. Una hectárea requiere la ocupación de dos personas durante 40 minutos que es el tiempo necesario para sembrarla con 40.000 semillas simultáneamente con 200 kg de fertilizante. Los costos estimados para esta labor incluyendo el costo de las semillas están por el orden de los 420 US$.
En contraste, la alternativa más económica de propagación asexual (estacas con longitud y grosor que garanticen la máxima eficiencia agronómica), adicionalmente al trabajo mecánico y la potencia empleadas para el corte, acarreo, preparación y movilización, la siembra manual de 10.000 estacas emplea el uso de 10 jornales en tiempo mínimo de tres días, con un costo estimado de 600 US$.
Referidos única y exclusivamente al costo de forraje comestible kg/US$ relacionado con el costo del establecimiento, hemos desarrollado indicadores que dan una idea de la ventaja relativa de las formas de propagación y la densidad de siembra en el primer año.
Se hace énfasis en el año 1 porque es cuando afecta el costo de establecimiento. En los años siguientes, cuando se establece el dosel inferior y la plantación entra en equilibrio natural, los costos de mantenimiento son mínimos y la producción tiende hacerse máxima.
Sólo como ejemplo expresamos dos de esos indicadores:
Costo Materia Prima (CMP)
Propagación Sexual Automática
CMP ? 40.000 semillas/ha = 239 kg forraje comestible/US$
Propagación Vegetativa Semiautomática
CMP ? 10.000 estacas/ha = 179 kg forraje comestible/US$
Costo de la Proteína Cruda (CPC)
Propagación Sexual Automática
CPC ? 40.000 semillas/ha = 13 kg PC/US$
Propagación Vegetativa Semiautomática
CPC ? 10.000 estacas/ha = 9,84 kg PC/US$
Estos indicadores enfatizan el aprovechamiento económico del tipo de semilla como aplicación tecnológica. Tanto la producción de forraje comestible como de PC son económicamente un 25% más productivos cuando se generan a partir de semillas sexuales.
La empresa venezolana Bioalquimiaca C.A. es depositaria del conocimiento integral, derechos y un proyecto de vieja data, muy mejorado a esta fecha, relacionado con la producción de semillas sexuales de Gliricidia sepium ecotipo Élite con extraordinaria vigencia en la actualidad, y está en la búsqueda de un socio financiero.
Vicente E. Contreras R. es colaborador destacado de Mundo Agropecuario
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