La resiliencia es un concepto fundamental en la gestión de desastres, marcando una evolución crucial desde el enfoque tradicional centrado en la respuesta. No se trata simplemente de «volver a la normalidad» después de un evento adverso, sino de la capacidad de un sistema o comunidad para resistir, absorber, adaptarse y transformarse frente a las amenazas, aprendiendo de la experiencia para fortalecerse ante futuros impactos.
Discusión Teórica de la Resiliencia
El concepto de resiliencia ha evolucionado a lo largo de diversas disciplinas, desde la ecología y la psicología hasta la ingeniería y las ciencias sociales, antes de consolidarse en la gestión de desastres.
- Definición y Evolución del Concepto:
- Orígenes: El término «resiliencia» proviene del latín resilio, que significa «volver de un salto» o «rebotar». Inicialmente, fue utilizado en la física para describir la capacidad de un material para recuperar su forma original después de ser deformado.
- Ecología: En la ecología, la resiliencia se refiere a la capacidad de un ecosistema para absorber perturbaciones y mantener sus funciones esenciales, incluso después de un cambio significativo.
- Psicología: En este campo, la resiliencia describe la capacidad de los individuos para sobreponerse a situaciones traumáticas y adaptarse positivamente a la adversidad.
- Gestión de Desastres: En este ámbito, la resiliencia se define como «la capacidad de un sistema, comunidad o sociedad expuesta a amenazas para resistir, absorber, adaptarse y recuperarse de los efectos de una amenaza de manera oportuna y eficiente, incluso mediante la preservación y restauración1 de sus estructuras y funciones básicas esenciales»2 (Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres). Esta definición va más allá de la mera «resistencia» e incorpora la idea de aprendizaje y transformación.
- Dimensiones de la Resiliencia: La resiliencia no es un atributo monolítico; se manifiesta a través de varias dimensiones interconectadas:
- Resiliencia social: Se refiere a la capacidad de una comunidad para mantener o fortalecer sus redes sociales, su cohesión, su capacidad de organización y su capital social para apoyarse mutuamente antes, durante y después de un desastre. Incluye la participación ciudadana, la equidad, la inclusión de grupos vulnerables y el acceso a la información.
- Resiliencia económica: Implica la capacidad de los sistemas económicos (desde los medios de vida individuales hasta las economías nacionales) para resistir interrupciones, diversificar sus fuentes de ingresos y recuperarse rápidamente de las pérdidas económicas causadas por los desastres. Esto puede incluir microseguros, diversificación económica y apoyo a pequeñas y medianas empresas.
- Resiliencia física/infraestructural: Se centra en la capacidad de las infraestructuras críticas (edificios, puentes, sistemas de energía, agua y comunicaciones) para soportar el impacto de las amenazas, continuar funcionando o recuperarse rápidamente. Implica códigos de construcción robustos, mantenimiento preventivo y redundancia de sistemas.
- Resiliencia institucional/gobernanza: Se refiere a la capacidad de las instituciones de gobierno y otras organizaciones para desarrollar e implementar políticas, planes y marcos legales efectivos para laresiliencia. Incluye la claridad de roles y responsabilidades, la coordinación interinstitucional, la toma de decisiones informada y la rendición de cuentas.
- Resiliencia ambiental/ecológica: Destaca la capacidad de los ecosistemas para resistir y recuperarse de las perturbaciones, manteniendo sus funciones y servicios. Esto puede incluir la protección de humedales, la reforestación, la gestión de cuencas y la conservación de la biodiversidad, que actúan como «amortiguadores naturales» frente a las amenazas.
- Componentes Clave de la Resiliencia: Algunos autores desglosan la resiliencia en capacidades fundamentales:
- Capacidad de absorción (o resistencia): La habilidad de un sistema para soportar el impacto de un evento adverso sin sufrir daños graves o una pérdida significativa de funcionalidad.
- Capacidad de adaptación: La habilidad de un sistema para ajustarse a nuevas condiciones o a cambios en el entorno después de un evento. Esto implica flexibilidad y aprendizaje.
- Capacidad de recuperación: La habilidad de un sistema para regresar a un estado funcional después de una perturbación.
- Capacidad de transformación: La habilidad de un sistema para cambiar fundamentalmente sus estructuras y procesos para crear un estado nuevo y más deseable, en lugar de simplemente volver al estado anterior. Este es el nivel más alto de resiliencia, implicando un aprendizaje profundo y cambios sistémicos.
Importancia de la Resiliencia en la Gestión de Desastres
La resiliencia se ha convertido en el paradigma central de la gestión de desastres contemporánea por varias razones cruciales:
- Cambio de Paradigma: De la Reacción a la Proactividad: La resiliencia impulsa un cambio de enfoque de una gestión de desastres reactiva (centrada en la emergencia y la recuperación post-desastre) a una proactiva y prospectiva (centrada en la prevención, mitigación y preparación). Reconoce que no se puede evitar que las amenazas ocurran, pero se puede reducir significativamente su impacto a través de la inversión en resiliencia.
- Reducción de Pérdidas y Costos: Construir resiliencia es una inversión rentable. Reducir la vulnerabilidad y la exposición antes de un desastre minimiza las pérdidas humanas, económicas y materiales, lo que a su vez reduce la necesidad de costosas operaciones de ayuda humanitaria y reconstrucción. Los estudios demuestran que cada dólar invertido en reducción del riesgo puede ahorrar entre 4 y 7 dólares en costos de recuperación.
- Vínculo con el Desarrollo Sostenible: La resiliencia es un pilar esencial del desarrollo sostenible. Los desastres pueden revertir décadas de avances en desarrollo, empujando a las comunidades a la pobreza. Al integrar la resiliencia en la planificación del desarrollo (como promueve la Agenda 2030 y el Marco de Sendai), se asegura que las inversiones y los esfuerzos de desarrollo sean más duraderos y equitativos.
- Enfoque Holístico e Integral: La resiliencia promueve una comprensión multidimensional del riesgo, reconociendo las interacciones entre factores sociales, económicos, ambientales e institucionales. Esto conduce a soluciones más integradas y efectivas que abordan las causas subyacentes de la vulnerabilidad, en lugar de solo los síntomas.
- Empoderamiento y Participación Comunitaria: Un aspecto clave de la resiliencia es el reconocimiento del papel central de las comunidades. Fortalecer la resiliencia implica empoderar a los actores locales, construir sus capacidades y fomentar la participación ciudadana en la identificación de riesgos, la planificación y la implementación de soluciones. Las comunidades resilientes son aquellas que tienen la capacidad de auto-organizarse y responder eficazmente.
- Adaptación al Cambio Climático y Nuevas Amenazas: En un contexto de cambio climático, que incrementa la frecuencia e intensidad de muchos eventos extremos, la resiliencia se vuelve aún más crítica. Permite a las comunidades y sistemas adaptarse a condiciones cambiantes y a la aparición de nuevas amenazas (como pandemias), desarrollando la flexibilidad necesaria para enfrentar la incertidumbre.