Suelos compactados limitan hasta un 28 % el rinde de los cultivos

El transito de maquinaria pesada en lotes anegados y la falta de rotacion de cultivos degradan el recurso y ponen en riesgo su capacidad productiva. Tecnicos del INTA brindan estrategias para restaurar su estructura y porosidad en Agroactiva

Las abundantes precipitaciones y la cercania de las napas a la superficie complican, cada vez mas, el normal desempeño de las actividades productivas en la region Pampeana. Asi, el transito en humedo de maquinarias pesadas durante la cosecha y la falta de rotacion de cultivos provoca la compactacion superficial y sub-superficial en gran cantidad de lotes de la region. En Agroactiva –del 31 al 3 de junio en Armstrong, Santa Fe–, los tecnicos del INTA detallaran estrategias para la recuperacion de la capacidad productiva de los lotes afectados.

Para Guillermo Gerster –extensionista del INTA Roldan, Santa Fe–, la compactacion de los suelos es «una problematica con numerosas causas» entre las que destaco las condiciones de alta humedad de los suelos, el transito con maquinarias de gran porte y el monocultivo de soja. A su vez, en las ultimas campañas, la presencia de napas freaticas cercanas a la superficie agravaron el problema.

Por otra parte, la ausencia de gramineas en la rotacion, sumada a la escasa actividad biologica de estos sistemas contribuyen a que los sectores compactos generados por el transito perduren varios años.

«Cuando un rodado se desplaza sobre un suelo desnudo produce efectos diferentes a los generados en uno cubierto», explico Gerster quien agrego: «Es que la presencia de una abundante cobertura de rastrojos amortigua parcialmente el efecto del transito».

A esto se refiere la investigacion realizada por Gerster y Silvina Bacigaluppo –especialista del INTA Oliveros, Santa Fe– en suelos argiudoles tipicos. «Los sectores transitados presentan una disminucion en los rendimientos en soja y maiz de un 28 % y 15 %, respectivamente, respecto a zonas sin transito».

Ademas, los investigadores observaron un incremento en la densidad aparente, una reduccion de la infiltracion basica, menor exploracion de raices y una merma en la presencia de nodulos, tanto en su peso como en su cantidad.

En este sentido, Bacigaluppo subrayo la importancia de «reducir el impacto de la compactacion mediante una estrategia que combine el transito controlado y el uso de rodados de mayor superficie de apoyo y menor presion especifica».

Es que, de acuerdo con los especialistas, si bien el uso extensivo de la siembra directa en la region pampeana permitio reducir los procesos erosivos en en situaciones de monocultivo, las raices del cultivo de soja tienen escasa capacidad para crecer en las zonas compactadas. Por este motivo, la inclusion de gramineas de invierno resulta esencial para recuperar la porosidad de los sectores compactos.

Compactacion: un mal que se puede revertir

Tanto Bacigaluppo como Gerster coinciden en que «los suelos de la region pampeana son capaces de recuperar la estructura y porosidad afectada por la compactacion».

En este sentido, recomiendan la siembra intensiva de gramineas y un manejo adecuado en siembra directa con fertilizacion. «Asi, se mantendran altos niveles de cobertura y porosidad –tanto en invierno como en verano–, lo que mejora el balance de materia organica y nutrientes», explico Bacigaluppo.

Y agrego: «Los suelos en siembra directa, con una adecuada rotacion de gramineas, mediante el efecto de las raices y de la actividad biologica, asociado a procesos de humectacion y desecamiento tienen la capacidad de recuperar la estructura, aunque puede demorar varios años».

A esta estrategia, sugieren adoptar en la rotacion gramineas de invierno como trigo, avena, cebada o centeno. Es que, ya sea como cultivos para producir granos o de cobertura, permiten recuperar la porosidad de los suelos y contribuyen al balance de materia organica, lo que ademas permite deprimir las napas cuando estas se ubican cerca la superficie.

Para el caso de siembra de cultivos de cobertura, los especialistas recomendaron «la combinacion de gramineas en mezclas con leguminosas», ya que estas ultimas permiten aportar nitrogeno fijado en forma biologica.

«Una de las ventajas de las gramineas de invierno, como el trigo, –detallo Gerster– es que normalmente encuentran durante su implantacion el suelo humedo por periodos prolongados, por lo que tienen mayores posibilidades de crecer en los sectores compactados, ademas de ello el hecho de ser sembrados en lineas cercanas les permite una mayor capacidad de exploracion del perfil».