Todo sobre la roya, uno de los hongos que más afectan a las plantas

Por mucho que lo intentamos, lamentablemente no podemos proteger al 100% a nuestras  plantas. Siempre habrá algo que no podremos controlar, como la temperatura, el viento o, tal vez, el riego. Por eso, a menudo tenemos que hacer tratamientos, ya sean preventivos o curativos, pues los seres vegetales tienen multitud de enemigos que están siempre al acecho, esperando el menor signo de debilidad para atacarlas.

Roya

Probablemente, uno de los más conocidos sea el hongo de la roya. Afecta a todos los tipos de plantas, independientemente de su edad y tamaño. Pero, afortunadamente, es muy fácil controlarlo y, también, prevenirlo, tal y como te vamos a contar a continuación.

Se trata de una enfermedad producida por hongos, principalmente de los géneros Puccinia y Melampsora. Afecta, como decíamos, a todos los tipos de plantas, pero sobretodo en aquellas que tienen hojas; aún así, los cactus también pueden llegar a padecerla.

Al igual que todos los hongos, una vez consigue penetrar en la planta a través de las raíces o de heridas de poda, se multiplica con mucha rapidez, y, por consiguiente, los síntomas no tardan más que un día o máximo dos en aparecer.

Sabremos que nuestra planta tiene roya si vemos que aparecen pequeños bultos de color rojo o marrón en el envés de las hojas, los cuales no son más que la acumulación de las esporas del hongo. En el haz, veremos manchas amarillas o porciones más descoloridas. A menos que se trate, con el tiempo la planta puede llegar a quedarse sin hojas.

Se distinguen varios tipos o variedades, siendo los principales los siguientes:

Roya del abedul: está causada por el hongo Melampsoridium betulinum. Ataca a las hojas de este árbol, donde aparecen manchas redondas de color naranja en el envés. También afecta al tronco, haciendo que se rompa con facilidad.

Roya de los ajos: está causada por el hongo Puccinia allii. Produce pequeños abultamientos amarillo-anaranjados en las hojas.

Roya de los ciruelos: está producida por el hongo Tranzchelia pruni-spinosae var. discolor. Los síntomas son los característicos de esta enfermedad.

Roya del grosellero: está causada por hongos del género Puccinia. La planta afectada tendrá manchas de color amarillo en las hojas que luego enrojecerán. Además, se verá débil y con malformaciones en las hojas.

Roya del jacinto: está originada por el hongo Uromyces muscari, el cual afecta al jacinto y a otras plantas similares, como el muscari. Produce abultamientos de color marrón en las hojas.

Roya de las lentejas: está causada por el hongo Uromyces fabae. Afecta a las leguminosas, como lentejas o habas.

Roya del membrillero: está producida por el hongo Fabraea maculata. Produce manchas de color rojo en el envés de las hojas que ennegrecen.

Roya de los rosales: está originada por el hongo Phragmidium mucronatum. Ocasiona manchas de color amarillo en el haz de las hojas y bultitos con esporas amarillentas en el envés.

Roya de la estrelitzia: no está causada por hongos típicos de la roya, sino por la bacteria Xanthomas campestris. Sin embargo, al ser conocida por el mismo nombre queríamos incluirla también en la lista. Produce manchas de color marrón o rojizo en las hojas.

Roya de los pensamientos: está causada por el hongo Puccinia violae. Las hojas afectadas tendrán abultamientos amarillos en el envés.

Roya de la menta: está originada por el hongo Puccinia menthae. Afecta sobretodo a los tallos de la planta, donde aparecerán abultamientos de color naranja y deformidades en los brotes afectados.

Si detectamos que una planta tiene esta enfermedad, lo primero que tenemos que hacer es quitarle las hojas afectadas con las manos previamente lavadas, o con tijeras desinfectadas. De esta manera, evitaremos que el hongo continúe extendiéndose.

Una vez hecho esto, hay que proceder a tratarla con fungicidas, como el Fosetil-Al. Si preferimos remedios caseros, podemos optar por el caldo bordelés, que podremos aplicar en primavera.

Roya

En casos graves, en los que se vea realmente débil, lo más recomendable será quemar la planta.

No al 100%, pero sí. Hay varias cosas que podemos hacer para proteger nuestras plantas de la roya.

Durante los meses cálidos del año es necesario abonar regularmente. Las plantas necesitan agua, pero también ”comida” para crecer y desarrollarse. En los viveros hoy en día es fácil encontrar abonos específicos para casi todo tipo de plantas, pero te recomiendo que los vayas combinando con los orgánicos, como estiércol o guano (echando una vez uno, y a la próxima otro). Así, no les faltará de nada.

Por mucho que nos guste una planta, si está enferma o sospechamos que puede estarlo, lo más aconsejable va a ser mejor no comprarla. ¿Por qué?. Porque podríamos poner en peligro la salud de las que ya tengamos en casa. Por eso, si tiene síntomas de roya o de cualquier otra enfermedad, o plagas, no hay que comprarla.

Antes y después de usar las herramientas de poda hay que desinfectarlas, por ejemplo con unas gotas de lavavajillas o de alcohol de farmacia. Hay que pensar que las esporas de los hongos son diminutas, tanto es así que el ojo humano es incapaz de verlas a simple vista. Puede haber alguna en una herramienta y nosotros no saberlo. Para evitar correr riesgos innecesarios, hay que desinfectar antes y después de utilizarlas.

El riego es una de las tareas más difícil de controlar, pero es la más importante. Cuando adquirimos una planta, tenemos que saber más o menos cuánta agua necesita, y en caso de duda, no regar o, aún mejor, comprobar la humedad de la tierra. Para tal fin podemos escarbar un poco, o introducir un palo delgado de madera. Si al extraerlo sale limpio, significará que la tierra está seca y que, por lo tanto, podremos regar.

Especialmente aquellas que se hagan en tejido leñoso, siempre va a ser mucho más aconsejable sellar las heridas con pasta cicatrizante que dejarlas secar al sol.

Este producto lo podremos conseguir en cualquier vivero o tienda de jardinería.