Dime qué comes y te diré qué genes tienes

Cada hora, 23 mexicanos mueren por enfermedades relacionadas con la obesidad y el sobrepeso. La dieta es un factor ambiental que afecta al estado nutricional y los científicos hoy se ocupan de entender qué tanto influye una dieta para desarrollar enfermedades y cuánto ayuda a prevenirlas.

La nutrigenómica es una ciencia que estudia los efectos de nuestra dieta sobre nuestros genes. Ayuda a entender qué pasa en nuestro cuerpo una vez ingeridos un alimento o un nutriente concreto e investiga las variantes genéticas que causan una enfermedad determinada para proponer dietas que contribuyan a minimizar el riesgo a desarrollar un padecimiento.


Actualmente se sabe que la obesidad, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes o el cáncer son padecimientos estrechamente relacionados con el genoma y los factores ambientales. También se sabe que los requerimientos nutricionales de los individuos no dependen solo de la edad, el sexo o la etapa de desarrollo, sino también de la variabilidad genética de cada individuo.


En su estudio Nutrigenómica y Nutrigenética, Adela Emilia Gómez Ayala, Doctora en Farmacéutica,  pone como botón de muestra la enfermedad celiaca que se presenta en uno cada 3 mil estadounidenses; sin embargo, en Irlanda se presenta en uno de cada 200. “Los datos mundiales indican que la incidencia y la prevalencia de enfermedades crónicas varía entre individuos, familias y países”, anota en su investigación. 

“El estado nutricional es un fenotipo resultado de la interacción entre la información genética de cada persona, su medio físico, biológico, emocional y social. Los factores ambientales involucrados en la homeostasis (autorregulación) de los organismos son varios, entre los que destaca la dieta, que influye en la incidencia de enfermedades crónicas comunes.

“Los alimentos ingeridos tienen miles de sustancias biológicamente activas, muchas de las cuales pueden tener un potencial benéfico para la salud y, en algunos casos especiales, incluso pueden ser deletéreos (venenosos). De esta manera, la salud o la enfermedad dependen de la interacción entre la genética y el medio, lo que da lugar al fenotipo”, explica Gómez Ayala.

Los resultados de estas áreas de investigación contribuirán a que la industria alimentaria aprenda a utilizar los componentes bioactivos de los alimentos para mejorar la salud y evitar enfermedades, teniendo en cuenta la constitución genética de los consumidores.

REFERENCIAS

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