Diversificacion y apuesta por cultivos emergentes para una mayor rentabilidad de la explotacion

Jose Luis del Olmo es la tercera generacion de una familia dedicada de pleno al campo. Junto a sus hermanos, ha liderado una transicion y modernizacion de su empresa familiar que esta cosechando buenos resultados. Durante las ultimas dos decadas ha ido transformando todo la superficie del cereal original en otros cultivos como olivar, viña y pistacho, su niña bonita.

Jose Luis es la cara mas visible de la empresa familiar Hermanos del Olmo Morales, con la que gestionan mas de 220 hectareas, la mayoria de ellas en el termino municipal de Valdepeñas. Predominan el olivar y la viña con 62 y 55 ha, respectivamente; y el cereal, con 70 ha, que paulatinamente estan retirando para plantar cultivos mas emergentes como pistacho, que suma ya 24 ha, y almendro, con 10 ha. Ademas, gestionan una empresa distribuidora de inputs como fertilizantes, productos fitosanitarios y sistemas de riego, Agrocereval. A traves de ella, realizan una labor de asesoramiento con la que quieren trasladar las buenas practicas llevadas a cabo en sus propias fincas.

La diversificacion y busqueda de cultivos mas rentables y que se adapten a las condiciones de la zona son, sin duda, aspectos que definen a esta saga de agricultores que llevan la innovacion en su ADN. «La agricultura nos obliga a diversificar, a tocar todos los palos. Hay que ver la finca como una empresa y contrarrestar campañas buenas en un cultivo con años que no vienen tan bien en otros», apunta Jose Luis.

Para los hermanos Del Olmo, el control y la monitorizacion del cultivo desde el origen son clave para la toma de decisiones en la explotacion. Cuando cambian una parcela de cereal por otro cultivo, realizan analiticas de suelo que les ayudan a decidir por cual decantarse en funcion del tipo y estado sanitario del mismo.

Este productor y sus hermanos vienen de una familia estrechamente ligada al campo. Los avatares de la vida les llevaron a gestionar directamente la explotacion familiar desde el año 2000. Durante estos 17 años han evolucionado desde una agricultura mas tradicional –viña con cepas en vaso, olivares en secano con varios pies, etc.- hacia una agricultura moderna e intensiva en todos y cada uno de los cultivos que trabajan -cepas en espaldera, introduccion de nuevas variedades, riego enterrado y monitorizado, etc.-.

La viña, su primera apuesta

Los suelos predominantes en sus fincas son arcillosos. Ubicadas las parcelas en una zona entre cerros, gozan de un microclima diferente y muy beneficioso para los cultivos, en especial para la viña, y que se caracteriza por temperaturas mas suaves tanto en invierno como en verano.

La viña fue una de sus primeras apuestas. Hoy suman 55 ha de ocho variedades distintas, buena muestra de su apuesta por la diversificacion.

La viña fue uno de los primeros cultivos con los que empezaron a trabajar. Lo conocen a la perfeccion. Con su modelo de produccion, en el que prima la calidad frente a la cantidad, quieren luchar contra esa creencia a veces predominante de que La Mancha solo produce vino a granel. «Esta region puede hacer caldos que perfectamente pueden codearse con cualquier Rioja o Ribera de Duero», señala Jose Luis.

Durante los ultimos años la tendencia ha sido la introduccion de nuevas variedades. Junto a las predominantes y autoctonas de la zona, Tempranillo y Airen, han ido ganando peso variedades como Moscatel de grano menudo, Merlot, Syrah, Cabernet sauvignon, Graciano, Cabernet franc y Garnacha. Toda la produccion la tienen en intensivo con la plantacion en espaldera y la edad de las cepas va desde los 3 años de las cepas mas jovenes, hasta los 34 años de las primeras cepas plantadas de Tempranillo. Esta diversidad, apunta, se debe a una busqueda constante de variedades con mayor valor en el mercado.

Control exhaustivo del cultivo

Una de las claves del exito de estos hermanos es el control exhaustivo que llevan a cabo del cultivo. Conocer a la perfeccion el cultivo y sus necesidades les permite tomar las decisiones correctas en cuanto a su manejo en todo el ciclo del cultivo.

Realizan mensualmente analiticas de savia. Los resultados obtenidos en las doce parcelas de viña que poseen les permiten planificar el abonado que llevaran a cabo. El abonado lo realizan por fertirrigacion y, aunque la viña es el unico cultivo que no esta en ecologico, recurren a productos de residuos cero. Eligieron unos productos con un alto componente innovador basado en la denominada tecnologia micro-carbono. Se basan en una molecula extremadamente pequeña que, aseguran, mejora las condiciones del suelo y aumenta el contenido mineral de las plantas, asi como la eficiencia en la absorcion de los nutrientes.

Ademas, realizan tres aplicaciones foliares con productos fitosanitarios y bioestimulantes en momentos criticos: la brotacion, antes del cuajado, y cuando la uva alcanza el tamaño guisante. El comun denominador en estas tres aplicaciones es el tratamiento frente al oidio, endemico de la region.

Riego enterrado para un ahorro del consumo de agua

Recurrieron a la fertirrigacion para abonar junto al riego, el cual esta totalmente monitorizado. Han implementado riego por goteo subterraneo en todos los cultivos, a excepcion del cereal. De esta forma, han conseguido no solo un mejor mantenimiento –se evita que la fauna dañe las tuberias-, sino tambien un ahorro de hasta el 35% de agua. Con este sistema, comenta Jose Luis, se reduce la evaporacion del agua, algo muy importante en zonas donde este recurso es tan escaso.

Entierran las tuberias cuando los arboles cumplen los 3 años y hay cierta seguridad de que van a salir adelante. Este productor innovador apunta que es importante la distancia a la que se entierran estas tuberias. Esta distancia en superficie se situa en torno a los 70-80 cm de la hilera en viña, y llega hasta el metro y medio en olivar. Esto es importante para fomentar un buen desarrollo radicular y por consiguiente un optimo desarrollo de la cepa o el arbol.

Por otra parte, la monitorizacion del riego a traves de programadores electronicos le ha permitido ganar en comodidad: «Basta con venir a preparar el abono en los tanques cuando es necesario. El resto puedes hacerlo desde casa, lo que se agradece especialmente verano».

El sistema de riego se basa en detectores de humedad del suelo que trasmiten los datos via radio a unos programadores que a su vez, a traves de un sistema informatico, indican cuando, cuanto y en que parcelas regar en funcion de la informacion registrada. El sistema dispone ademas de un variador que tiene en cuenta la diferencia de altura -en torno a unos 200 metros- de las parcelas y que corrige la presion de acuerdo a este factor.

El colofon a un sueño personal

Junto a su cuñado Gregorio Lopez, elaboran desde hace dos años dos vinos propios, un sueño personal que perseguian desde hace tiempo, y para el cual destinan parcelas seleccionadas. Este sueño se llaman Oretano y Orisson, dos crianzas de los que producen 4.000 -con 10 meses de barrica- y 15.000 botellas –con 8 meses-, respectivamente. Los nombres no se eligieron al azar. La tierra de la proceden esta en un enclave unico, las inmediaciones del Cerro de las Cabezas, Oretania; mientras que Orisson fue un guerrero ibero poblador de la llanura manchega en el siglo III a.C. Esta ubicacion les otorga ademas un caracter especial. «Las 300 ha de bosque mediterraneo que rodean al viñedo aportan al vino un aroma unico», asegura Jose Luis.

Mientras Orisson ha sido premiado con un Gran Oro en los International Wine Awards de 2016, Oretano fue distinguido con una medalla de plata en este mismo certamen. Aunque en la actualidad se destina al mercado nacional, su proyecto pasa la conquista de nuevos mercados.

Para sus vinos propios buscan una produccion media por cepa que ronda el kilo y medio, la cual recogen manualmente. El resto de la produccion, mas mecanizada y con rendimientos entre los 7 y los 10 kilos por cepa, la destinan a bodegas Navarro Lopez, adscrita a la D.O. Valdepeñas, y a la Cooperativa Jesus Del Perdon, que embotellan bajo la marca Yuntero.

Cosechando exito con el olivar

El olivar es el segundo cultivo en superficie -62 ha- y conviven la produccion en intensivo y en superintensivo.

El olivar es el segundo cultivo en superficie, solo superado por el cereal. Parte, las parcelas de Picual y Cornicabra, lo tienen en ecologico ya que, como apunta, el manejo de la sanidad es mas facil que en viña. Ademas, tanto el abonado como otros tratamientos frente a plagas lo llevan a cabo con productos compatibles con este sistema de produccion. El prais y la mosca del olivo los combaten con un producto formulado de nutrientes probioticos, quelatos, aceites naturales, acido fosforico y otros elementos. Frente al repilo, y en aquellas parcelas con un manejo convencional, recurren a tratamientos fungicos.

Las formulaciones del abonado las eligen en funcion de los resultados obtenidos en analisis de savia que, como en viña, realizan periodicamente. Completan el manejo con acidos humicos y fulvicos con alto contenido de nitrogeno en su composicion.

En su explotacion conviven la produccion en superintensivo con 9 ha de Arbequina –con un marco de plantacion de 4×1,5 metros y con una edad que varia desde los 8 años hasta olivos recien plantados- con olivar en intensivo de las variedades Picual y Cornicabra, a 7,5×7,5 metros a un pie. Mientras que en este ultimo caso la produccion se situa en torno a los 1.500 kilos de aceite/ha, en superintensivo la produccion supera los 1.400 kilos de aceite/ha.

La recoleccion la llevan a cabo en funcion de analiticas y de los parametros de calidad que miden de forma constante. Asi pueden identificar cuando es el momento optimo para realizarla. Parte de la Arbequina y de la Picual se recogen en verde para producir aceites con mas aroma y sabor. La produccion es llevada a la Cooperativa Colival de Valdepeñas para obtener un aceite virgen extra de primera calidad con prensado mecanico en frio. Asi consiguen mantener intactas todas las propiedades organolepticas. El aceite, envasado bajo la marca Valdenvero, esta cosechado un gran exito en los ultimos años, evidenciado con los mas de 40 galardones que suma tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.

La apuesta por cultivos emergentes

Este agricultor innovador tenia claro que para optimizar la rentabilidad de la explotacion habia que apostar por cultivos emergentes en la zona como el almendro y el pistacho. Es este segundo sin duda su gran apuesta personal. «Se trata de un cultivo con mucho potencial y que esta experimentando un crecimiento constante de precio», comenta.

Comenzaron a plantar pistacho hace 13 años, cuando todavia no estaba tan extendido en la region. Para el pistacho eligen parcelas hasta entonces de cereal con un suelo donde la proporcion de textura arenosa es mayor. Asegura que costo mucho sacarlo adelante, pero que esta dando muchas satisfacciones. El tiempo y la experiencia les han ayudado a sacar el maximo. «Era un cultivo poco conocido. Nos costo mucho injertarlo en campo, no se conocian bien las tecnicas ni el momento de hacerlo», señala Jose Luis.

Jose Luis tenia claro que para optimizar la rentabilidad de la explotacion habia que apostar por cultivos emergentes como el pistacho, su gran apuesta personal.

Esta apuesta, apunta, se debe principalmente a que la zona tiene condiciones muy favorables para el desarrollo de este cultivo. El pistacho requiere inviernos frios y veranos secos y calurosos. Ademas, heladas tardias en primavera pueden dañar la brotacion. Otro factor importante es la humedad, que en verano y primavera debe estar por debajo del 50%, cifra que en La Mancha pocas veces se supera.

Hoy en dia conocen mucho mejor el cultivo, lo cual les ha permitido optimizar su manejo y, por tanto, el rendimiento. Asi, en este tiempo, el modelo de plantacion ha cambiado. Por eso, aunque inicialmente realizaban ellos el injerto en campo, han identificado las ventajas de poner plantas ya injertadas. Jose Luis señala que estas ultimas entraron en produccion antes –3 años frente a 6- y que la produccion se situa entre los 800 y 1.200 kilos/ha.

El pistacho es un cultivo de facil manejo, ya que le afectan pocas plagas. Una de ellas es la «galeruca», un coleopteros del genero Clytra que desfolia el arbol. Para combatirlo usan un insecticida a base piretrina natural, una mezcla de compuestos organicos y apta para ecologico. Lo aplican via foliar y con la particularidad de que, frente a las piretrinas quimicas, son aplicadas por la noche para no sean degradadas por la luz solar.

La apuesta por la I+D

Jose Luis, el segundo de cuatro hermanos, habla con pasion de sus cultivos. Tambien del futuro que tienen por delante y que, como señala, pasa por seguir apostando por la innovacion, mediante la implementacion de nuevas tecnologias aplicadas, y la sostenibilidad. Sin olvidarse de la diversificacion. Quieren seguir apostando por cultivos mas rentables frente a un cereal que tradicionalmente ha dominado en la zona pero deficiente.

Durante estos mas de tres lustros de gestion directa, han optado por reinvertir los beneficios obtenidos en mejoras y modernizacion de la explotacion. El objetivo de esta familia no pasa por crecer en superficie sino por trabajar en seguir haciendo la explotacion sostenible tanto en terminos economicos como medioambientales. En este sentido, apuntan que la apuesta por la I+D tiene un gran componente ambiental. «Debemos cuidar el medio, ya que a el le debemos el poder desarrollar nuestra actividad. Este compromiso se lo trasladamos a las casas comerciales con las que trabajamos, a las que demandamos productos de confianza que funcionen en el campo», concluye Jose Luis.