Energía limpia para alimentar un mundo sin hambre

Cómo los digestores de biogás están ayudando a los productores de leche en Tanzania


El sector lácteo de Tanzania se basa en sistemas agrícolas tradicionales que consisten en pastoreo en la mayoría de las tierras comunales. Solo el 12 por ciento de los 2.5 mil millones de litros de leche producidos en Tanzania cada año se venden a través de pequeños comerciantes y centros de acopio colectivo. Cerca del 90 por ciento de los hogares rurales no tienen electricidad. Por lo tanto, cuando los productores de leche tienen problemas en las entregas nocturnas, la leche cruda generalmente se deja sin refrigerar durante la noche. Entre el 30 y el 40 por ciento del producto se pierde debido al acceso mínimo a los mercados, las malas prácticas de manejo y la falta de energía moderna para enfriar y conservar los alimentos.


“A menudo, la leche de la noche, que puede ser más de un tercio de la leche total producida durante el día, se echa a perder debido a la falta de instalaciones de refrigeración”, explica Alessandro Flammini, oficial de Recursos Naturales de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).


A través del proyecto Invertir en tecnologías de energía sostenible en el sector agroalimentario (Investa), la FAO está trabajando estrechamente con la Junta de Productos Lácteos de Tanzania para promover el uso de sistemas de enfriamiento de leche alimentados por digestores de biogás.


Los digestores de biogás son tanques grandes en los que el biogás se produce a través de la descomposición de la materia orgánica, como el estiércol, mediante un proceso llamado digestión anaeróbica. Se llaman digestores porque las bacterias comen y digieren el material orgánico para producir biogás.


Como un subproducto importante, los digestores dejan nitrógeno y otros minerales como el fósforo y el potasio, que pueden diseminarse sobre los cultivos, reduciendo la necesidad de fertilizantes químicos.


En la casa de Mama Katarina, las papas hierven bien en su estufa de biogás, y las pilas de madera cortada que se pueden ver afuera de la mayoría de las casas en el pueblo no están a la vista. Mama Katarina ha estado usando su digestor desde 2012. Ahora es una experta local en digestores de biogás y ha ayudado a capacitar a otros aldeanos. Con su digestor de biogás alimentando su estufa, tiene la cantidad adecuada de gas para que la familia de seis personas pueda cocinar tres comidas al día; es una parte esencial de su vida cotidiana.


Ella es muy diligente en seguir las prácticas para mantenerlo funcionando de manera efectiva: lo mantiene ligeramente elevado para que no se sumerja durante la temporada de lluvias. Ella lo expone al sol para mantener el digestor caliente. Lo tiene cerca de la cocina para minimizar el costo de la tubería de gas, pero lo mantiene alejado de cualquier pozo de bebida para evitar la contaminación del agua y, por último, se asegura de que el área esté libre de árboles o plantas cuyas raíces puedan introducirse en el digestor y causar daños.


En un país donde solo el 11 por ciento de las casas rurales de Tanzania tienen acceso a la electricidad, los digestores de biogás que convierten el estiércol en una fuente continua de energía renovable tienen un gran potencial para llenar esta brecha energética. Esta fuente de energía es particularmente atractiva en un país donde el sector ganadero proporciona medios de vida al 37 por ciento de los 1.68 millones de hogares rurales y que tiene la tercera población ganadera más grande de África.


La combustión de biogás se utiliza para generar la energía para el enfriador de leche. Esta energía se almacena en un innovador sistema de almacenamiento compacto durante el día y carga el sistema para un ciclo de enfriamiento de la leche. La tecnología de biogás puede enfriar dos latas de leche de hasta cinco litros cada una.


Los beneficios de los digestores para los agricultores de Tanzania son tres: gas para cocinar, fertilizante para la tierra e ingresos adicionales por la venta de leche.


Con la demanda de leche y productos lácteos estimada en más del doble para 2020, y el alto porcentaje de hogares rurales que viven sin electricidad, los digestores de biogás pueden proporcionar una solución de energía limpia y efectiva para las familias en Tanzania.


El proyecto FAO Investa apoya enfoques innovadores y sostenibles para acelerar el uso de soluciones de energía limpia en las agroindustrias y para aumentar la seguridad alimentaria en países en desarrollo y regiones emergentes, ayudando a crear un mundo más sostenible, Hambre Cero.


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