Identifican genes que le confieren a los tomates tolerancia a las sequias

El estudio, que implico el analisis de millones de datos, abre el camino para el desarrollo de este y otros cultivos con capacidad para adaptarse a ambientes con poca agua

Un total de 150 genes que le permiten a los tomates desplegar una estrategia de tolerancia a la sequia fueron identificados por un equipo de cientificos. Entre ellos, genes que dirigen la fabricacion de canales para el transporte del agua y de la pared de celulosa de las celulas vegetales. El hallazgo podria servir para desarrollar cultivos que se adapten a ambientes con escasos niveles de agua.

«Los genes que descubrimos interaccionan con un factor de transcripcion llamado ASR1. Esta molecula activa genes cuyas respuestas le confieren a la planta la capacidad de tolerar el estres hidrico o falta de agua», señalo a la Agencia CyTA el doctor Norberto Iusem, investigador del CONICET en el Instituto de Fisiologia, Biologia Molecular y Neurociencias (IFIByNE) y del Departamento de Fisiologia, Biologia Molecular y celular de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.

Algunas de las estrategias que despliegan las plantas apuntan a proteger la escasa agua disponible. Se activan genes de sintesis de moleculas protectoras de aminoacidos (unidades de proteinas) o azucares que de alguna manera toman el lugar del agua faltante, puntualizo Iusem. Tambien se gatilla el cerramiento de los estomas (especies de poros celulares) de las hojas para retener la mayor cantidad de agua.

«Si bien el trabajo se realizo en tomates, los resultados pueden aplicarse a otros cultivos de relevancia ya que tienen en comun muchos mecanismos biologicos», concluyo el investigador del CONICET.

El trabajo, publicado en BMC Plant Biology, fue el fruto de muchos años de trabajo en el IFIByNE y constituyo gran parte del trabajo de tesis del doctor Martiniano Ricardi, becario del Conicet bajo la direccion del doctor Iusem. Tambien participo el doctor Rodrigo Gonzalez del mismo centro de investigacion y tambien fue crucial el rol de un equipo de la Universidad de Cornell, en Estados Unidos, que cuenta con equipos de alto rendimiento para descifrar informacion contenida en millones de fragmentos de ADN.