Identifican los genes que hacen crecer a la planta de tomate

Los investigadores han descubierto que los responsables de que las plantas solanaceas puedan modular el crecimiento de nuevas ramificaciones, en funcion de la presencia o ausencia de luz y hormonas vegetales, son dos productos diferentes del gen BRC1a, que aparecieron evolutivamente hace unos 19 millones de años. El descubrimiento abre un amplio abanico de posibilidades para el desarrollo de nuevas variedades

Un grupo de cientificos del Centro Nacional de Biotecnologia (CNB), del Consejo Superior de Investigaciones Cientificas (CSIC), han desvelado como la planta del tomate, la berenjena o la patata, se adaptan a las caracteristicas ambientales formando mas o menos ramificaciones en sus tallos.

El estudio, que ha sido publicado en la revista cientifica «Current Biology», abre un amplio abanico de posibilidades para el desarrollo de nuevas variedades.

Los cientificos han descubierto que los responsables de que las plantas solanaceas puedan modular el crecimiento de nuevas ramificaciones, en funcion de la presencia o ausencia de luz y hormonas vegetales, son dos productos diferentes del gen BRC1a, que aparecieron evolutivamente hace unos 19 millones de años.

Segun explica Pilar Cubas, cientifica del departamento de Genetica Molecular de Plantas del CNB y una de las autoras del estudio, el gen BRC1a ha evolucionado de forma que su RNA mensajero codifica dos proteinas con funciones opuestas. «La variante BRC1aL inhibe la formacion de nuevas ramificaciones, mientras BRC1aS se une y secuestra a la anterior para impedir que entre al nucleo de la celula a hacer su trabajo», explica la investigadora.

Una ventaja de la que carecen los pimientos

En presencia de luz, la planta produce mas BRC1aS para facilitar la formacion de ramas, mientras que en oscuridad prevalece la forma BRC1aL y se impide el crecimiento de nuevas ramificaciones. Fitohormonas como la auxina o la presencia de otras plantas, que compiten por la captura de luz roja necesaria para la fotosintesis, tambien modifican la proporcion de una y otra variante y, por tanto, la aparicion de nuevas ramas.

«Los cambios ambientales modulan la proporcion de estas dos proteinas. En el caso de la patata, esta proporcion controla el numero de ramas y de estolones –ramas subterraneas que dan lugar a los tuberculos–. Esto les permite adaptarse mejor al ambiente», explica Cubas.

Este es un mecanismo que aparecio por un pequeño cambio en el ADN de la familia de las Solanaceas hace 19 millones de años, despues de que se separaran evolutivamente el genero Capsicum (pimiento) y el Solanum, al que pertenecen el tomate, la patata y la berenjena. Este cambio de una sola base en el ADN ha permitido que el genero Solanum se adapte mejor y mas rapido a los cambios.

La autora del estudio indica que esta «es una ventaja evolutiva que les ha facilitado mayor exito en ambientes con condiciones fluctuantes», finaliza.