La diversidad es la fuerza de la orquídea

Archivo / LÍDERES
Bolivia Ramón y Miguel Angamarca trabajan en los viveros de Gualaceo de la empresa Ecuagenera.
La diversidad de especies nativas, el crecimiento de la demanda local y los altos precios en el mercado externo hacen atractiva la producción de orquídeas en Ecuador.
Pero entre los inconvenientes está el alto costo de los fletes, reducidas frecuencias aéreas, largo retorno de la inversión y carencias en la especialización, para desarrollar nuevas variedades comerciales.

No obstante, según los productores consultados por LÍDERES, el sector ha crecido en los últimos cinco años. Existen al menos 60 productores independientes de orquídeas, con viveros principalmente en las provincias de Guayas, Pichincha, Azuay, Esmeraldas y Sucumbíos.
Los datos del Banco Central del Ecuador (BCE), muestran que se exportaron USD 160 000, de las partidas arancelarias Orquídeas y sus esquejes enraizados, en el 2009. Los destinos fueron Alemania (31%), Singapur (29%), Estados Unidos (25%), Japón (4%) y otros países (11%).
La firma Ecuagenera comenzó a exportar, con la obtención previa de permisos internacionales como el de la Convención Internacional del Tráfico de Especies Silvestres (Cites), desde 1993.
Para Marcelo Bejarano, gerente de Ecuagenera en Guayaquil, las orquídeas, en general, son plantas epífitas, que se adhieren a las ramas o troncos de árboles para que les sirvan como sostén.
El productor comenta que la mayoría de las orquídeas se alimentan de cortezas de pino, musgo, pedazos de coco y diversos sustratos. “La planta llega a su estado maduro en al menos tres años. Esto depende de su variedad y género”.
Bejarano afirma que para el mercado nacional se reproducen ‘in vitro’ especies compatibles manipuladas genéticamente. “El objetivo es obtener una mayor belleza y alargar la vida de la flor. Esta puede durar desde dos días hasta dos meses”.
Víctor Gómez, productor de Pichincha, también comercializa las plantas desde hace dos años. En sus viveros en Esmeraldas, Guayaquil y Lago Agrio, tienen cerca de 7 000 plantas y 800 especies.
Gómez asegura que entre las principales dificultades para que el segmento crezca está que existen pocos productores con conocimiento científico, técnico y práctico sobre las orquídeas.
Para Esteban Sáenz, de Magic Flowers de Guayaquil, los altos costos de los fletes restan competitividad. Según información del Ministerio de Comercio Exterior, Industrialización Pesca y Competitividad (Micip) el flete local está entre 40% y 60% más alto en relación con Colombia.
Sin embargo, dice Gómez, la actividad puede ser rentable y también es un medio de preservar variedades. Dependiendo de la especie y género, los costos por planta varían entre USD 5 y USD 500.