La magia de las orquídeas


Todos estos buenos recuerdos y sensaciones siempre los llevo presentes, y vuelven a mí cuando camino por una reserva natural o visito un santuario de la naturaleza. Días atrás mientras me dirigía a Gualaceo, e iniciaba a sentir esa fuerza y energía que muestra la unión de los ríos Santa Bárbara y Paute, y me deleitaba con los exquisitos olores de la gastronomía de Certag, ingresé en el santuario de las orquídeas ecuatorianas, Ecuagenera, que lo dirigen los hermanos Portilla.

Esta historia de amor por la naturaleza y de compromiso social de la empresa, nace con la llegada del sacerdote salesiano Angel Andreetta, dentro de su labor pastoral se instala en la provincia de Morona Santiago, y escoge a la bella Bomboiza como su refugio desde donde inicia una exhaustiva investigación y catalogación de las orquídeas de la región; mientras realizaba esta labor científica, conoce a Mario Portilla, quién primero como afición y posteriormente con la ayuda de estudios universitarios, y apoyado con su hermano José, serán quienes tomen la posta de Andreetta, convirtiéndose en la mayor empresa exportadora de orquídeas del Ecuador.

Sin embargo, la labor de los Portilla, no solo se ha centrado en el aspecto empresarial, sino que con un cumplimiento estricto de las normas de la Convención Internacional de Tráfico de Especies Silvestres (CITES), su labor de investigación y conservación de la naturaleza se ha visto reflejada en la descripción y catalogación de nuevas especies para la ciencia, entre las que destaca la Phragmipedium andreettae, en honor al salesiano mentor del proyecto; así como también, mientras se realiza la visita de la colección y del laboratorio, la seriedad y el profesionalismo que les caracteriza se ve reflejado en las constantes publicaciones que en revistas científicas, este grupo de visionarios hace como en la Harvard Papers in Botany.

Siempre he sostenido que el desarrollo de toda industria o comercio, debe hacérselo manteniendo una armonía y equilibrio tanto con la naturaleza así como con la comunidad, y en este emprendedor proyecto de las orquídeas, esta idea se plasma en alrededor de 4 reservas de bosque tropical, en el centro de investigación dependiente de la Universidad Pérez Guerrero, y en el compromiso social con trabajadores, y pobladores del Pangui, donde se han emprendido un sin número de programas de apoyo e incentivo a la productividad.

Un proyecto como el descrito, que en la actualidad ha llegado a grandes dimensiones, es un ejemplo de que se pueden plasmar grandes obras en el país, y que no solo depende de apoyos de gobiernos, o ayudas económicas internacionales, sino lo que vale es el tesón y energía de los ecuatorianos, que al igual que los hermanos Portilla, ponen a diario para forjar un Ecuador diferente, productivo, soberano y respetuoso de la naturaleza.

Durante la mayor parte de mi infancia crecí envuelto en la bruma de los bosques tropicales, y me distraía con los insectos y las flores, mientras mi hermano se iniciaba en la carrera de la biología, o me refugiaba en los bocetos de los cuadros que mi padre pintaba.

 

 

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