Manejo de plagas y enfermedades en caña de azúcar (Saccharum spp. híbrido)

El fenotipo es definido como el conjunto de características visibles (apariencia externa) o no que posee un individuo y está condicionado a su vez por la interacción de dos factores conocidos como el genotipo y el ambiente. El genotipo no es más que la información genética que tiene un organismo en particular en forma de ADN en el núcleo celular, mientras que el ambiente es el conjunto de componentes físicos, químicos y biológicos externos con los que interactúan los seres vivos, o de manera más simple, el medio donde se desarrolla ese organismo. En las explotaciones agrícolas el fenotipo está asociado directamente con el rendimiento a obtener.Por esto se cree y piensa que si se tiene un buen fenotipo, por ende se tendrá un buen rendimiento. No obstante, cuando ocurre lo contrario, la mayoría de las veces las personas involucradas en el proceso productivo atribuyen el bajo rendimiento al genotipo, olvidándose o dándole menos importancia al ambiente. Pues bien, no basta con tener un animal o una semilla con excelente potencial genético sino le damos el ambiente necesario para que lo exprese completamente.

En el caso de la producción agrícola vegetal existen numerosos elementos que afectan el crecimiento y rendimiento de las plantas. Estos van a depender de los factores inherentes al ecosistema (suelo-clima-clima) en el cual las plantas se desarrollan. No se debe olvidar la Ley del Mínimo (Liebig, 1885) que expresa lo siguiente: el nivel de producción de un cultivo no puede ser mayor que aquel que es permitido por el factor más limitante de este ecosistema. Para conocer cuál factor y qué medida afecta el rendimiento, se deben conocer todos los elementos que forman parte de los componentes del ecosistema. Esto ayudaría en la toma de decisiones de cultivar o no una planta bajo tales condiciones y facilitaría la aplicación inmediata o a futuro de medidas preventivas o correctivas. A continuación se nombran los componentes de ese ecosistema y algunos de sus elementos.

  1. Suelo: material parental, localización en el paisaje, pendiente, erosión, drenaje, profundidad del horizonte A, estructura, textura, porcentaje de arcilla en la capa arable, densidad aparente, porcentaje de materia orgánica, contenido de elementos nutritivos, reacción del suelo (pH), conductividad eléctrica (CE), salinidad, capacidad de intercambio catiónico (CIC) y aniónico (CIA), relación de absorción de sodio (RAS), entre otros.
  2. Clima: precipitación, exceso y déficit de humedad, evapotranspiración, escorrentía, humedad inicial, agua aprovechable del suelo, energía radiante, temperatura, viento (velocidad y dirección) y composición del aire.
  3. Planta: genética, fecha de siembra, preparación de suelo, formas de siembra, densidad de siembra, preparación de suelo, manejo de agua de riego, fertilizantes, malezas, plagas y enfermedades.

Para tener una idea y poder entender un poco de lo que se ha escrito previamente sobre la influencia que puede tener un factor ambiental sobre el rendimiento de una planta, seguidamente se desarrollará brevemente como ejemplo el efecto de las plagas y enfermedades en el cultivo de la caña de azúcar.

La caña de azúcar, caña dulce, cañaduz o caña (Saccharum spp. híbrido) perteneciente a la familia Poaceae o Gramineae,  cultivada en la zona tropical y subtropical del mundo, originaria del Sudeste Asiático y Nueva Guinea. Los españoles la llevaron a América y actualmente es cultivada en El Salvador, Cuba, Guatemala, Honduras, Brasil, México, Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador, Uruguay, República Dominicana, Colombia y Venezuela. Estos países se encuentran entre los mayores productores de azúcar del mundo. Es una planta de rizomas cortos que originan tallos densos de 4-5 m de altura y 3-6 cm de grosor, con numerosos entrenudos largos, verdes o violetas, lisos, duros, jugosos y dulces. Las hojas en forma de vaina crecen en la parte media y superior del tallo, pudiendo ser lisas o pubescentes, dependiendo de la variedad o cultivar, midiendo de 1-2 m de largo por 2-6 cm de ancho. La inflorescencia es una panícula de 20-50 cm, con espiguillas de 2-5 mm.  Las raíces son fibrosas, abundantes en los primeros 40 cm, pudiendo alcanzar hasta 1 m de profundidad. El jugo de su tallo es su principal fuente de azúcar. Se cultiva también para producir jugo (guarapo), alcohol, azúcar sin refinar (panela), bebidas alcohólicas destiladas (ron, aguardiente), cachaza, melaza, papel, combustible (etanol, bagazo), forraje, material de construcción y usos médicos.

Para su desarrollo requiere principalmente de agua, radiación, temperatura y suelos adecuados para crecer bien. Dependiendo de la variedad y la zona, tiene un período de crecimiento de 1-1,5 años y un rendimiento de 80 a 150 t/ha al año. Se propaga sexual (semilla) o asexualmente (trozos de tallos de caña). Comercialmente se propaga de la segunda forma. De cada nudo brota una planta nueva genéticamente igual a la que le dio origen. Al finalizar el ciclo, la planta está madura y ha acumulado azúcar en los tallos, los cuales son cortados para ser procesados. La planta crece o brota nuevamente y puede seguir siendo cosechada por varios ciclos (socas), hasta que su  rendimiento disminuya significativamente debido al deterioro natural de la planta, siendo necesario entonces la renovación de la plantación. El ciclo del cultivo de la caña a lo largo del año, implica las diferentes etapas conocidas como brotación (salida de los renuevos o tallos nuevos de los nudos, meses de enero a febrero), macollamiento (obtención de la misma cepa o planta varios tallos, meses de febrero a mayo), período de gran crecimiento (meses de mayo a agosto) y maduración (proceso mediante el cual la planta crece y se desarrolla hasta llegar a su punto de máxima plenitud, meses de agosto a diciembre), los requerimientos de agua promedio en cada etapa (la caña requiere aproximadamente un total de 1815 mm de agua) y las principales labores agrícolas que realiza el productor para obtener el máximo rendimiento. Se comienza con la nivelación del terreno, seguida de la preparación del suelo y la siembra y se finaliza con la cosecha. Como puede observarse uno de los factores ambientales más importantes a considerar es el control de plagas y enfermedades, especialmente en las etapas fisiológicas de brotación y pleno crecimiento.

Las plagas y enfermedades pueden ser una amenaza grave para los cultivos e influyen directamente en el rendimiento del mismo. Para su manejo y control, cualquiera que sea el elegido, se debería mantener como premisa el equilibrio ecológico. No obstante, para lograr esto, primero se tiene que conocer cuáles son y en qué medida están afectando al cultivo. A continuación se hace una descripción general de las principales plagas y enfermedades que se presentan en la caña de azúcar y sus medidas de control.

  1. Gusano taladrador: representado principalmente por las larvas del género Diatraea spp. Las larvas causan daño directo al tallo haciendo túneles en los entrenudos, reduciendo el vigor de la planta y produciendo a veces la muerte de la misma. En la imagen puede verse el insecto en sus estados de adulto, larva, pupa y el daño que ocasiona en los tallos.  El manejo implica el uso de variedades resistentes (capacidad de una planta para limitar el crecimiento y desarrollo de una plaga o enfermedad específica y/o el daño que éstas causan en comparación con una planta sensible, bajo condiciones ambientales y presiones de plaga o enfermedad similares) y el control biológico (método agrícola de control de plagas y enfermedades que usa depredadores, parásitos, herbívoros u otros medios naturales) con la microavispa Trichogramma exiguum (imagen a la izquierda) y la mosca amazónica  Metagonistylum minense. La disminución del rendimiento del cultivo a causa de esta plaga puede ser de un 40%.
  2. Escarabajo rinoceronte, coco rinoceronte, coco o ron-ron: los adultos de Podischnus agenor perforan el interior del tallo dejándolo en forma de tubo. Se controlan manualmente. Los adultos son atraídos con trampas de luz colocadas en los lotes o tablones del cultivo. Se recolectan directamente los adultos, huevos, larvas o pupas de los tallos perforados. Es una plaga de menor importancia que ataca ocasionalmente al cultivo en la época de lluvias, no obstante, un incremento poblacional podría ocasionar daños severos mayores al 3% si no se toman medidas.
  3. Candelilla: el adulto de Aeneolamia varia es quien causa el daño al succionar de la hoja la savia, dejando además una especie de saliva que contienen unas enzimas que necrosan y reducen el área foliar, esto hace que disminuya el proceso fotosintético haciendo que la planta no se desarrolle plenamente y muera. Se emplea el control biológico (con el hongo Metarhizium anisopliae)  y el químico (uso de insecticidas). Los daños ocasionados por este insecto disminuyen el rendimiento del cultivo en un 25% aproximadamente.
  4. Saltahoja verde: el insecto adulto de Saccharosydne saccharivora es un chinche saltahojas de color verde mar. El verdadero daño de esta plaga no está en la savia que succionan, sino en la aparición en la caña de lo que se conoce como la “fumagina” o moho negro, causada por un hongo que se desarrolla sobre una sustancia azucarada, que segregan las ninfas y los adultos. Como la sustancia cae sobre las hojas inferiores de la planta, el hongo se propaga en toda la superficie impidiendo las funciones naturales de las hojas. Su control puede ser químico o biológico, usando comúnmente avispas del género Aprostocetus. La disminución del rendimiento de azúcar puede estar por el orden de unos 1.500 kg/ha, según algunos reportes.
  5. Mosaico: es una enfermedad causada por el virus del mosaico común de la caña de azúcar SCMV (Sugar Cane MosaicVirus) y afecta las hojas de tallos maduros produciendo decoloraciones de la lámina foliar. Para su manejo y control se siembran variedades resistentes y las labores de cultivo realizadas adecuadamente constituyen las mejores medidas de control. La disminución en el rendimiento pudiera estar por el orden de  1,1 t/ha.
  6. Síndrome de la hoja amarilla: causada por un virus del género Polerovirus y por la acción del áfido Melanaphis sacchari. La afección se caracteriza por el amarillamiento de la nervadura central de la hoja, el cual se extiende progresivamente a toda la lámina foliar comenzando desde la punta (parte distal) hacia la base.El empleo de variedades resistentes y la selección de material sano para la siembra son las mejores medidas de control. Las pérdidas en el rendimiento, tanto en el rendimiento azucarero como en tonelaje de caña cosechada pueden llegar a ser significativas.
  7. Raquitismo de la soca: causada por la bacteria Leifsonia xyli xyli que generalmente produce retraso en el crecimiento, disminución en el número de tallos por cepa y las plantas tienen apariencia raquítica. El tratamiento térmico de la semilla vegetativa y la limpieza continua de las herramientas de corte son las principales medidas de control cuando no se dispone de variedades resistentes. No existe una información precisa sobre la disminuciónen la producción, ocasionada por esta enfermedad.
  8. Escaldadura de la hoja: causada por la bacteria Xanthomonas albilineans. Cuando se usa semilla vegetativa infectada es posible que la enfermedad no presente síntomas y ocurra una muerte súbita de las nuevas plantas; en otros casos, los nudos de los tallos maduros sufren una decoloración vascular o las hojas presentan estrías blancas paralelas a la nervadura central. Como medidas de control se emplean variedades resistentes y la selección de material de siembra sano, entresaque de material enfermo y desinfección de herramientas de corte. Al igual que con la enfermedad del raquitismo, no existe una información precisa sobre la disminuciónen la producción.
  9. Carbón: enfermedad causada por el hongo Ustilago scitaminea, que al invadir la región del tejido meristemático de la yema apical de la planta produce la formación de una estructura semejante a un látigo en la parte terminal de los tallos infectados. La mejor medida de control es el uso de variedades resistentes. La enfermedad deteriora la planta lo que da como resultado un menor porcentaje de extracción y una reducción en el porcentaje de sacarosa, jugo y pureza, ocasionando una disminución en el rendimiento de 1,1 t/ha.
  10. Roya: producida por el hongo Puccinia melanocephala. Éste produce numerosas manchas alargadas en las hojas por el haz y el envés, las hojas no crecen y los tallos son delgados, por lo que baja la producción significativamente. La mejor medida de control es el uso de variedades resistentes.
  11. Raya clorótica: se identifica por la presencia de bandas amarillas o blancas en el centro de la hoja, cuyos márgenes son irregulares. Esta enfermedad afecta la germinación y el rebrote de los tallos, disminuyendo la población y el encepamiento. El tratamiento térmico de la semilla vegetativa con agua caliente elimina la enfermedad. Los tallos a sembrar son sumergidos por 10 min a una temperatura de 50°C, se dejan en reposo de 8-12 horas y luego son sumergidos por 1 hora a la misma temperatura.

Ing. Agr. Onelia Andrade (MSc, PhD)