Se complica expediente de jitomate con EU, Ross pronto última palabra y voluntad de México a negociar

LE PLATICABA DE las nuevas presiones que hay en EU contra las exportaciones mexicanas de jitomate, producto que hoy significa ingresos para México por casi mil 600 mdd.

El 14 de noviembre la Florida Tomate Exchange que agrupa a los productores de esa hortaliza en ese estado solicitó al Departamento de Comercio, cancelar el Acuerdo de Suspensión con México vigente desde 1996.

La petición es otro paso en su estrategia, ya que incluso promovieron en 2013 un juicio contra el gobierno de EU para lograr que se modifiquen las condiciones que rigen para la entrada del jitomate mexicano.

Está prevista una audiencia el 4 de diciembre para que gobierno y productores aporten nuevo elementos.

El plazo quinquenal para la última revisión del acuerdo venció en marzo. En el contexto de la negociación del TLCAN el expediente quedó al margen.

Los productores mexicanos representados por CAADES que lleva Ulises Robles decidieron junto con ECONOMÍA de Ildefonso Guajardo que dicho expediente no se incluyera en lo que ahora se conoce como T-MEC.

Y es que en 22 años desde que se logró suspender una investigación por dumping cuyo preliminar habría impuesto un arancel del 17.5%, el jitomate mexicano ha fluido hacia EU sin problema, sujeto a una escrupulosa certificación con valores preestablecidos e incluso con identificación en los envíos.

Ahora mismo se está en el “sunset review”, etapa que ya se prolongó en exceso.

Con el proteccionismo de Donald Trump que igual se manifiesta para el acero, la actitud de Florida no es la mejor señal.

El Departamento de Comercio a cargo de Wilbur Ross ya debió concluir esa fase administrativa. Se espera que dadas las presiones emita una determinación este mismo año o a más tardar en marzo del 2019.

Si EU visualiza que existen condiciones desfavorables en el mercado del tomate estadounidense continuaría con el acuerdo, sino podría retomar las investigaciones inconclusas de 1996 y eventualmente fijar un arancel a nuestro jitomate que es lo que buscan los agricultores de Florida.

Obvio el consumidor de EU terminará por pagar los platos rotos con precios quizá al doble.

Necesariamente EU requiere del jitomate nacional. Es parte de las cadenas de proveeduría del gran comercio. Además la beligerancia vs México no es compartida por productores de California, Carolina, Georgia, Virginia que no se han manifestado en la coyuntura.

Como quiera la última palabra la tendrán Ross y su equipo. Lo curioso es que un fallo en contra “del acuerdo” también afectará a empresas de Florida como Lipman, Procacci, Dimore y Pacific Tomato Growers que producen en México o que reciben envíos desde aquí.

Para nuestro país son importantes las ventas a EU, no sólo desde Sinaloa -principal exportador-, sino también de BC, SLP, Michoacán, Jalisco, NL, Tamaulipas, Zacatecas, Querétaro.

En ese sentido hay disposición de renegociar las condiciones, siempre y cuando lo exigido sea equitativo.

Así que en riesgo esta otra hebra suelta.

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