Solarización, biofumigación y nanofertilizantes: agricultura sustentable de bajo costo

Científicos del Departamento de Plásticos en la Agricultura del Centro de Investigación en Química Aplicada (CIQA) desarrollan proyectos de agricultura sustentable de bajo costo para fomentar una mayor producción en el campo.

“Hemos venido trabajando en diversos temas que se enmarcan en lo que denominamos tendencias de la nueva Revolución Verde en la agricultura sustentable, orientada tanto a productores ricos como a aquellos de bajos recursos del mundo”, comentó el doctor Ricardo Hugo Lira Saldívar, investigador titular C del Departamento de Plásticos en la Agricultura del CIQA y nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).

Dentro de los principales temas de investigación que estudia el CIQA en agricultura sustentable o ecológica, destaca el control de plagas y enfermedades, así como la promoción del crecimiento de plantas, a través de proyectos sobre inductores de resistencia a plagas y microorganismos fitopatógenos, uso de organismos benéficos como rizobacterias y micorrizas que actúan como biofertilizantes; solarización y biofumigación para el control de malezas y fitopatógenos del suelo, nanofertilizantes, entre otros.

En el tema de control de plagas, el Departamento de Plásticos en la Agricultura trabaja con inductores de resistencia y biofumigación para dañar lo menos posible el medio ambiente.

“Otra parte de la agricultura moderna está basada en inductores de resistencia bióticos y abióticos para defender las plantas de cualquier tipo de plaga provocada por hongos, bacterias, insectos, etcétera. Además investigamos con biofumigación utilizando residuos de cosecha de cultivos de crucíferas como brócoli y coliflor, los cuales contienen isotiocianatos de azufre que cuando son mezclados con la humedad del suelo se hidrolizan y producen compuestos de ácido sulfúrico que elimina microorganismos patogénicos”, explicó Lira Saldívar.

Además de estos proyectos, el investigador señaló que trabajan en la técnica de la solarización, con la cual buscan un mejor control de malezas y plagas del suelo y hacer que esta tecnología sea más accesible a los pequeños productores de hortalizas y otros cultivos.

“Promovemos esta opción tecnológica que consiste en aplicar una película de plástico transparente que deja pasar la radiación solar pero no permite que se escape, creando de esta manera un ‘efecto invernadero’, lo cual provoca un incremento muy significativo de la temperatura del suelo de cero a 50 centímetros de profundidad, ocasionando esto un efecto letal en el banco de semillas y en la carga patogénica del suelo. De tal manera que cuando el suelo se calienta con temperaturas que superan los 50 grados Celsius o más, se promueve un efecto de pasteurización que mata las semillas de malezas, nematodos, insectos del suelo, huevecillos, etcétera”, puntualizó el doctor.

Biofertilización y nanotecnología en el crecimiento de las plantas

Una de las problemáticas que se presenta en la agricultura de Coahuila y de muchas zonas agrícolas de México, es la aplicación de fertilizantes altamente insolubles debido al elevado pH (potencial de hidrógeno) del suelo. De tal manera que parte del fertilizante aplicado se fija en la micela de arcilla y se inmoviliza. Cuando se aplican fertilizantes nitrogenados muy solubles como la urea, se pierden cantidades muy elevadas debido a los procesos de volatilización y lixiviación. Por lo tanto, la planta puede estar rodeada de altas concentraciones de nitrógeno, fósforo y potasio pero no las puede utilizar. Ante esta problemática, investigadores del CIQA han estudiado la posibilidad de proporcionar a la planta algunos de estos elementos foliarmente.

“Tenemos una gran deficiencia en la aplicación de fertilizantes, del cien por ciento del fertilizante nitrogenado que aplicamos se pierde más de 50 a 70 por ciento. Ante esta problemática, empleamos microorganismos benéficos como hongos y bacterias que son utilizados como biofertilizantes que fijan el nitrógeno atmosférico que las plantas no pueden absorber de manera natural”, explicó el doctor Lira Saldívar.

Otro tema que actualmente se estudia en el Departamento de Plásticos en la Agricultura es un proyecto sobre nanotecnología, a través del empleo de nanopartículas metálicas, como hierro, zinc y cobre, principalmente. Estos elementos son micronutrientes muy importantes en procesos fisiológicos como la fotosíntesis y respiración, además pueden funcionar como promotores y reguladores del crecimiento de las plantas.

Respecto al futuro de este proyecto, el especialista indicó: “Después de generar resultados de laboratorio, invernadero y casa sombra, trataremos de validar la información, porque no es lo mismo los resultados en condiciones controladas o semicontroladas a los obtenidos directamente de plantas cultivadas en campo abierto. Sin embargo, estamos trabajando con semillas para ver el efecto en la promoción de la germinación de la semilla y el crecimiento de la plántula en la primera etapa. Posteriormente, lo llevamos a trabajos en maceta en cámaras de crecimiento, bajo condiciones controladas e iremos al tercer nivel que es trabajar en condiciones de agricultura no protegida”.

Para finalizar, el doctor Lira Saldívar hizo énfasis en la necesidad de aterrizar estas innovaciones y ponerlas al alcance de los productores, a través de la vinculación con asociaciones de productores, seminarios y talleres, entre otras actividades, con la finalidad de difundir los resultados experimentales y, finalmente, lograr que sean transferidos y usados por los productores, principalmente los de bajos ingresos, buscando coadyuvar en la promoción de una agricultura sustentable y de bajo impacto ambiental.

“Hace falta que las instituciones de educación superior y centros de investigación nos vinculemos más con los productores para que podamos aterrizar lo que uno publica en los artículos de investigación”, puntualizó.