Suplementacion: el poroto de soja se puede aprovechar en la dieta de engorde

Con precauciones para evitar la mortandad de animales se lo puede utilizar en raciones de terminacion a corral y con las vacas lecheras; aporta proteinas de alto valor biologico…

En las regiones agricolas-ganaderas, una de las alternativas nutricionales disponibles que tienen los productores es el aprovechamiento del poroto de soja «crudo» para producir carne o leche.

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En muchas oportunidades, estos granos no se pueden comercializar (por manchado, partido o menor tamaño) o su empleo es una alternativa desde el punto de vista operativo, aunque tenga buena calidad o cuando quedan en los rastrojos muchos porotos sin cosechar. Esto ultimo ocurre, especialmente, cuando la cosecha se realiza con suelo muy humedo. En estas circunstancias, las cosechadoras no pueden bajar mucho la plataforma, quedando una cantidad importante de porotos en el potrero.

Sea un caso u otro, la realidad es que aparece una oportunidad muy interesante para transformar dicho grano crudo en carne o leche.

Desde el punto de vista nutricional es posible su utilizacion, aunque existen algunos peligros (mortandad) con los animales que vayan a comer ese poroto crudo, tanto pastoreando los rastrojos como incorporado en una dieta junto con otros concentrados si no se tiene una serie de cuidados.

Es comun escuchar que al poroto de soja crudo se debe tratar con altas temperaturas (superior a 80ºC) para eliminar o «desnaturalizar» algunas sustancias que reducen la actividad y digestibilidad de dos proteinas (tripsina y la quimotripsina). Ambas son enzimas secretadas por el pancreas al duodeno para digerir a las proteinas de los alimentos.

La harina de soja o el expeller (tortas o extrusados) no presentan este problema porque en su procesamiento se expone al calor, el cual destruye dichas sustancias.

En cambio, cuando el poroto esta «crudo» existe un gran peligro con animales «no rumiantes» (cerdos y aves). Mientras que, con los «rumiantes» no ocurre lo mismo gracias a las bacterias del rumen que destruyen a estas sustancias o factores inhibitorios, como tambien se las llaman.

El nivel de tolerancia de «grasa» en bovinos para carne o leche varia entre el 5 al 6% de grasa (o extracto etereo) sobre el total de la materia seca de la dieta.

Los excesos de grasas generan una reduccion de la digestion de la fibra, de los pastos, henos o silajes de planta entera). De esta forma, estos forrajes permanecen demasiado tiempo en el rumen, mas de 48 horas, reduciendo el consumo de alimentos.

Y mucho mas grave que ello, es que esos forrajes que se van acumulando pueden «comprimir» el rumen sobre el pulmon y el corazon muriendo el animal de un paro cardiaco.

El nivel de tolerancia de poroto de soja crudo que se puede suministrar, sin ningun riesgo de toxicidad y para aprovechar al maximo la calidad de sus proteinas, es el 0,3% del peso vivo.

Como ejemplo, una vaca de 400 kilos de peso vivo puede comer hasta 1.2 kilos de porotos crudos por dia sin tener ningun tipo de peligro en su salud.

Conclusiones

En ensayos de dieta de engorde a corral el consumo de grasa estuvo en el 5,21% del peso vivo, limite aceptable para no tener ningun disturbio metabolico.

Mientras que en otro ensayo en la dieta de vaca lechera el consumo fue del 3.44% muy inferior de su tolerancia. Esto se debe a que la vaca al pastorear consumio forrajes frescos, pasturas y verdeos, y conservados, silajes o henos, donde los niveles de grasa son muy inferiores (0.5 a 1% de la materia seca) que los concentrados de la dieta a corral.

En conclusion, si se respetan estas recomendaciones se podra utilizar, sin ningun tipo de peligro, tanto el poroto de soja crudo como el rastrojo de soja para producir carne o leche. Ademas, se podran aprovechar las proteinas de alto valor biologico que tienen dichos granos.

Por Anibal Fernandez Meyer – Nutricionista de la EEA INTA Bordenave