Un sistema predice la cantidad de pasto que crecerá en la dehesa

Investigadores del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía (IFAPA) de Córdoba, y del Grupo de Dinámica Fluvial e Hidrología de la Universidad de Córdoba, han desarrollado un método para calcular cuánto pasto generarán las dehesas. Este sistema supone un ahorro para el ganadero, pues en caso de necesitar pienso ajustará la compra. Además, la nueva herramienta resulta aplicable a la gestión de un ecosistema que abarca más de 1,2 millones de hectáreas en Andalucía, según la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Sostenible.


Una de las grandes ventajas de este modelo es su bajo coste. “Sólo se usan imágenes de satélite y datos meteorológicos, que proporcionan buenos resultados en la estimación de la producción del pasto en un sistema complejo, la dehesa”, señala a la Fundación Descubre el investigador del IFAPA Pedro Gómez Giráldez, autor del estudio ‘Remote sensing estimation of net primary production as monitoring indicator of holm oak savanna management’, publicado en la revista Ecological Indicators.


La precisión obtenida es similar a la de cultivos más homogéneos, incluso el procedimiento diferencia a escala de parcela el éxito de los tratamientos de mejora de pastizal. Para los investigadores, resultó clave a la hora de abordar el estudio la existencia de las imágenes de los satélites Sentinel 2, de la Agencia Espacial Europea (ESA) que, desde 2015, ofrecen datos agrícolas y forestales. “Nos motivaron las posibilidades de los nuevos satélites de la ESA, con un tiempo de revisita de 5 días al mismo lugar durante su órbita”, añade el ingeniero de Montes.


Conservar la dehesa


El estudio nace a partir del proyecto europeo ‘Life bioDehesa’, que lidera Andalucía con el objetivo de mejorar la conservación y la biodiversidad de este ecosistema. Las previsiones de crecimiento del pasto la definen los expertos con la medición del gas CO2 (dióxido de carbono) que los vegetales respiran. Es decir, analizan el carbono que entra y le restan el que sale de las plantas mediante unos aparatos de control, que también miden la velocidad del viento y la presencia de agua. De esta forma, obtienen la cantidad que queda retenido en el vegetal para hacerlo crecer.


Los expertos han aplicado por primera vez a la dehesa este método. Las mediciones para conocer la productividad en pastizal de este tipo de bosque aclarado las tomaron durante los cinco años de trabajo. “Los resultados mostraron una amplia variabilidad tanto espacial como temporal, oscilando desde menos de 1.000 kilos por hectárea a más de 4.000 según el tipo de suelo o la climatología”, indica Pedro Gómez.


El modelo también resulta útil para calcular las ayudas públicas que recibe el ganadero al pastizal. Estas plantas, herbáceas del tipo gramíneas y leguminosas, tienen como fin alimentar al ganado en el campo o, una vez recogidas, en los establos.


Nuevo proyecto


La investigación no ha tomado muestras de pasto cada día, por lo que en la actualidad estudian la forma de refinar el modelo para obtener resultados fiables a escala diaria, dentro del proyecto ‘SensDehesa’.