Accionemos juntos por un mundo mejor

Octubre es un mes que nos invita a reflexionar sobre cómo la agricultura puede alimentar al mundo. En el marco del Día Mundial de la Alimentación y el Día Internacional de la Erradicación de la Pobreza, retomamos los debates mundiales en torno a estas problemáticas y su relación con la agricultura.

Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el mundo produce alimentos suficientes para alimentar a todos. Sin embargo, alrededor de 815 millones de personas padecen hambre. Es decir, una de cada nueve.

A su vez, esta entidad estima que para el año 2050, la producción agrícola deberá aumentar alrededor de un 60% para lograr alimentar a la población que crece. Y pese a los fenómenos meteorológicos extremos relacionados con el cambio climático y la desaceleración económica ponen en peligro este objetivo, si hacemos un uso eficiente de los recursos disponibles, podemos conseguirlo.

Teniendo en cuenta este contexto, hay dos objetivos de Desarrollo Sostenible presentados por las Naciones Unidas que podemos lograr si trabajamos juntos. El primero, poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo; y el segundo, hambre cero. Las inversiones en agricultura son cruciales para aumentar la capacidad productiva agrícola y los sistemas de producción alimentaria sostenibles, necesarios para ayudar a mitigar las dificultades del hambre.

La evolución del campo

El campo es fundamental para la producción de alimentos, por eso es clave cuidarlo. Las nuevas tecnologías de la Agricultura llegaron para ofrecerle a los productores múltiples herramientas que ayudarán a la conservación de los recursos. Los sensores, por ejemplo, brindan información sobre los cultivos indicando el grado de humedad de la tierra y determinando la cantidad exacta de agua que esa planta requiere para crecer; y como consecuencia podemos hacer un uso más eficiente del agua.

Lo mismo podemos asegurar del GPS, que nos ayuda a ser precisos al momento de sembrar o cosechar, evitando desperdicio energético; o de los satélites, que con sus imágenes nos ofrecen información acerca de incipientes daños en los cultivos o eventos climáticos riesgosos cercanos. Hoy existen apps y software que analizan y muestran información en tiempo real permitiendo a los productores tomar mejores decisiones y evitar pérdidas en las cosechas.

“Nuestras acciones son nuestro futuro” es parte del lema 2018 del Día Mundial de la Alimentación. Sigamos adoptando nuevos métodos agrícolas sustentables para incrementar la productividad y los ingresos. Esto permitirá mitigar los riesgos y aumentar la resiliencia ante las perturbaciones. Utilicemos la tecnología en nuestro beneficio para reducir las posibles pérdidas de las cosechas y alimentemos al mundo que crece.

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