Cómo afecta la calidad del agua a los formulados fitosanitarios

La calidad del agua es una de las variables que condicionan la efectividad de las aplicaciones fitosanitarias ya que es el vehículo de aspersión más utilizado.

Los distintos productos fitosanitarios para el manejo de cultivos tienen diferentes comportamientos químicos. Lo mismo ocurre con el agua según sea su calidad. Hay tres factores principales que condicionan la calidad del agua al momento de aplicación de los formulados:

1)     pH: nivel de Acidez / Alcalinidad.

2)     Dureza: Minerales disueltos en el agua.

3)     Turbidez o Limpieza: Partículas suspendidas en el agua.

Cada factor tiene un impacto diferente. Justamente por ello, hay un producto coadyuvante pensado para solucionar estos obstáculos y mejorar la calidad el agua para una óptima aplicación de insumos. Veamos cada caso:

1. Nivel de pH: nivel de Acidez – Alcalinidad

El nivel de pH es un factor muy importante porque los plaguicidas suelen tener un nivel de pH máximo sobre el cual rinden de manera eficaz, fuera del cual pierden efectividad, llegando incluso a tener resultado nulo.

La mayoría de los plaguicidas actúan con un nivel de pH neutro o mínimamente ácido, en valores entre 4.5 a 6.5.

2. Dureza: minerales disueltos en agua

Este factor indica la cantidad de partículas de minerales cationes disueltos en el agua. Los más frecuentes y que más afectan son los cationes de Calcio (Ca++) y Magnesio (Mg++), aunque no son los únicos.

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La dureza del agua afecta más que nada a herbicidas de formulados salinos, por ejemplo, el glifosato, dicamba, piclorán, 2.4 D amina, entre otros. El problema ocurre cuando los cationes se combinan con otros componentes activos de los agroquímicos y forman sales insolubles que decantan al fondo del tanque de aspersión. Esto, además de dañar la maquinaria de pulverización, inutiliza el producto y es un uso indebido del insumo para el productor, que debe volver a invertir en un mismo insumo desperdiciado.

La nivelación de la dureza de las aguas se trabaja con productos correctores de dureza. Para el trabajo con agroquímicos se toma como valor umbral 150 ppm, o sea, un agua dura. Es decir que por encima de las 150 ppm de dureza se deberá agregar un corrector, y la cantidad a utilizar dependerá de cuán grave es el problema.

3. Partículas en suspensión: turbidez – limpieza

La arena, limo, los residuos de materia orgánica e inorgánica y demás elementos presentes en el agua pueden reducir la actividad del formulado. Herbicidas como el glifosato, diquat y paraquat quedan inefectivos pueden ser incluso anulados de manera absoluta.

La turbidez o limpieza del agua afecta también si deja residuos sobre la superficie de las hojas, ya que la presencia de las partículas no permite que el químico atraviese la membrana foliar. Este problema no puede ser solucionado con un corrector, por lo cual es imprescindible contar con fuentes de agua seguras.

Recomendaciones finales

Asegurate que la calidad del agua sean la adecuada al momento de combinarla con los diferentes productos fitosanitarios. A modo general, procurá manipular y almacenar los formulados en tanques especiales de uso exclusivo destinados a ese fin.

Evaluá durante las campañas las condiciones del agua a través de análisis de laboratorio con servicios profesionales.

Revisá detenidamente la etiqueta de instructivo del producto a utilizar antes de aplicar un coadyuvante. Lo ideal es que las aplicaciones sean hechas por contratistas profesionales en pulverizaciones aéreas y terrestres.

Por último, recordá hacer una revisión de los sistemas de pulverización de la maquinaria agrícola para eliminar residuos de formulados anteriores y remover cualquier otro tipo de suciedad y partículas.