Estrategias nutricionales frente a problemas digestivos en cunicultura

Como cualquier otro animal, el conejo es también sensible a problemas digestivos. Además, su relativo pequeño tamaño y peso, así como su estrategia vital de reproducción, hacen que no sea especialmente resistente a los procesos que le afectan

El porcentaje de visitas de veterinarios a granjas de conejos por procesos digestivos es elevado debido a que la importancia real se centra en la elevada cronoficación de estos procesos digestivos en las instalaciones.

Los problemas digestivos pueden ser debidos a causas de lo más variopintas, pero la base fundamental la encontramos en la descompensación de la flora microbiana del ciego del conejo.

El conejo tiene una abundante flora microbiana en el ciego -que se encuentra al final del tracto digestivo- que le permite digerir la materia vegetal que ingiere y aprovechar energéticamente estos nutrientes con gran eficacia.

Como sabemos, el conejo para poder aprovechar la función del ciego debe reingerir el contenido cecal, proceso que conocemos como cecotrofia. Este proceso, muy positivo cuando todo está correcto, puede invertir su papel y agravar procesos de patología digestiva alcanzando mortalidades elevadas.

Cuando hay una disbiosis o proliferación incontrolada de microorganismos patógenos, el mismo proceso de cecotrofia retroalimenta el crecimiento y el desequilibrio de la flora, ya sea por las bacterias en sí mismas o por las toxinas que estas generan que son reabsorbidas y puestas en circulación.

El desequilibrio de la flora del ciego puede deberse a múltiples causas, pero las más frecuentes en el periodo de engorde son:

* Cambios bruscos de tiempo

* Desequilibrios alimenticios

* Maternidades flojas o en mal estado general Situaciones de inmunodepresión en maternidad Floras desequilibradas en reproductoras

* Aguas en mal estado

* Aguas frías

* Medicaciones excesivas o mal orientadas

* Estrés productivo

* Instalaciones inadecuadas

* Corrientes de aire frías o húmedas

* Manejo poco cuidadoso con el cebo

* Destetes precoces o demasiado tardíos Bacterias patógenas (e.coli, Clostridium, EEC)

En todo caso el proceso cursa siempre con un gran número de animales afectados en los cuales se frena el crecimiento tanto por el descenso de ingesta como por las pérdidas de nutrientes. Este proceso a menudo significa más pérdidas económicas que la propia mortalidad.

La gran presencia de saldos muchas veces es lo que nos indica la presencia de procesos de cierta gravedad más que la mortalidad en sí misma.

Desde el punto de vista nutricional y como medida de control de este tipo de procesos debemos tener en cuenta las cuestiones fisiológicas del conejo: animal hervíboro estricto y monogástrico si queremos evitar o minimizar estos problemas. Todo un reto aunque no lo parezca.

La estrategia básica se fundamenta en tres pilares de acción, compatibles entre ellos pero no siempre fácilmente realizables o económicamente viables:

1. Cambios en el diseño de los piensos.

2. Cambios en el manejo.

3. Cambios en el ritmo productivo.

La descompensación de la flora microbiana del ciego es la causa más frecuente de los problemas digestivos

1.- Cambio en el diseño de los piensos

Sin duda es el gran campo de trabajo de los últimos años tanto por motivos prácticos como por intereses económicos. Sin embargo, no es el pilar que presenta una mayor eficacia práctica a corto plazo. La presión del cunicultor generalmente canalizada hacia las fábricas de pienso genera una búsqueda de soluciones que repercuten positivamente en la evolución de los productos que éstos ofrecen, pero que difícilmente solucionarán la inadecuada instalación o un microbismo elevado en las naves.

La gran presencia de saldos puede indicarnos la presencia de procesos digestivos de cierta gravedad.

Generalmente se apuesta mucho por los piensos como solución a los problemas digestivos cuando les a eficacia de los cambios o mejoras en la metodología de trabajo las que repercuten mucho más positivamente en los resultados.

Sin querer decir que se hacen mal las cosas, debemos tener en cuenta que determinadas patologías responden mejor a ciertos cambios dentro de la instalación que aquellos debidos a aportes externos

a) LA FIBRA DEL PIENSO

A menudo se comenta que el pienso tiene niveles altos o bajos de fibra como aportación de seguridad, pero no siempre corresponde con la realidad. Para no complicarnos hablaremos de fibra soluble y fibra insoluble.

La fibra insoluble es aquella fibra que está compuesta por elementos no solubles en agua y en general de baja digestibilidad, algunos de los cuales como la lignina son absolutamente indigestibles y otros como las hemicelulosas y celulosas son potencialmente digeribles.

En general los niveles de fibra han tendido a aumentar buscando una mayor seguridad digestiva pero no toda la fibra es igual Esta fibra es la que desempeña la función fisiológica de lastre en el conejo, favoreciendo el tránsito del alimento por el tubo digestivo de forma adecuada.

Por ello tiene una función vital en el control de bacterias patógenas en el tubo digestivo regulando o más bien con efecto preventivo sobre su crecimiento y desarrollo incontrolado.

la fibra insoluble tiene un efecto preventivo sobre el crecimiento y desarrollo incontrolado de las bacterias patógenas

La fibra soluble es altamente digestible y aporta nutrientes para la flora cecal que la descompone para su crecimiento y desarrollo generando ácidos grasos volátiles que tienen una función protectora para el ciego. Así nos encontramos que el gazapo de engorde necesita niveles relativamente altos de fibra insoluble –lignina- para asegurar una velocidad de tránsito del alimento adecuada.

De esta manera evita también el crecimiento de bacterias patógenas ya que si la velocidad de tránsito es baja se producen fermentaciones locales por bacterias patógenas que acaban desarrollando el proceso entérico. Pero, por otro lado nos encontramos que este aumento de lignina produce una dilución de los nutrientes y por tanto tenemos menos proteína o almidones disponibles para el organismo. En consecuencia el animal tiene que ingerir más pienso para obtener los requerimientos nutricionales, sobrecargando el aparato digestivo y favoreciendo por tanto los procesos digestivos.

El límite entre ambos no es muy estricto y depende de la formulación en sí y de la instalación donde están ubicados los animales, donde el confort ambiental juega un papel determinante en muchos casos. Por ello, niveles altos de fibra no tienen por qué implicar necesariamente una mejor eficiencia en prevención digestiva.

Para acabar de complicar la situación hay trabajos que detectan que niveles muy altos de fibra insoluble pueden alterar las paredes del ciego negativamente, favoreciendo la presencia de lesiones que facilitarán las fermentaciones patógenas en el tracto intestinal.

Mientras, niveles altos de fibra favorecen el crecimiento de las vellosidades de la pared actuando justo al contrario que lo anterior y favoreciendo por tanto la correcta digestión de los nutrientes.

La fibra soluble tiene otra función práctica en el organismo, es el alimento de las bacterias saprófitas que viven en el ciego. Esta fibra se fermenta por los microorganismos «buenos» generando ácidos grasos volátiles (aGV) y una bajada del pH cecal -las bacterias patógenas no proliferan adecuadamente en ambientes ácidos. Estos aGV tienen por resultado el favorecer el desarrollo de las vellosidades intestinales y limitar el crecimiento de los patógenos. Por ese motivo la inclusión de materias primeras con niveles altos de fibra soluble lleva unos años contemplándose y son de uso habitual en la mayoría de piensos de cebo (pulpas en general).

La inclusión está en constante revisión ya que en principio tiene un efecto diluyente sobre la concentración de proteína en el pienso (necesitamos proteína para poner carne) y por contra su papel protector digestivo, buscándose el equilibrio.Niveles muy altos de fibra soluble no son fáciles de coincidir con niveles altos de fibra insoluble, y todo no cabe en el pienso

b)LA PROTEINA

Los gazapos de cebo precisan niveles de proteína adecuados para su desarrollo, pues para hacer carne necesitan proteína y por eso los grandes cambios a nivel práctico han tenido lugar en este punto. Sin embargo, una mayor digestibilidad de la proteína y una mayor eficacia digestiva debido a una buena salud intestinal, está permitiendo disminuir los niveles necesarios de proteína en los piensos.

Anteriormente eran muy habituales piensos con niveles proteicos por encima del 16,5% de proteína bruta para gazapos de cebo mientras que ahora es más frecuente encontrar niveles que rondan el 15,5% o incluso inferiores. Es necesario aportar los aminoácidos esenciales en su justa medida y que la proteína sea de calidad

La relación proteína bruta / fibra bruta (o mejor dicho, niveles de lignina) tiene mucha importancia porque a niveles altos de lignina implica una mayor velocidad de tránsito y por tanto un mayor aporte de proteína al ciego si esta tiene niveles elevados. Esta proteína que llega al ciego favorece el crecimiento de bacterias tipo Clostridios con el consecuente problema digestivo relacionado.

La relación PB/ FB tiene mucha importancia a nivel digestivo, derivado de la importancia de la velocidad del tránsito intestinal y de la cantidad de proteína que llega al ciego para ser fermentada

C) ALMIDON

Sin duda uno de los parámetros más estudiados y que en estos momentos está generando más controversia. niveles elevados de almidón suponen un mayor aporte de almidón digestible al ciego y por tanto fermentaciones anómalas, crecimiento de bacterias patógenas y desarrollo de problemas patológicos digestivos. Por ello se ha tendido a disminuir mucho los niveles de almidón en dieta buscando seguridad alimenticia, pudiéndose encontrar piensos con niveles inferiores al 10% de almidón con facilidad.

Pero no por ello se aumenta de forma directa la sanidad digestiva, aunque si se aprecia mejoras en muchos casos. Esto es debido a la necesidad de aporte energético que supla la falta de energía del almidón, de lo contrario nos encontramos con animales con problemas energéticos que no pueden hacer frente a sus necesidades metabólicas de forma adecuada.

El origen del almidón es otro de los factores en que se está trabajando mucho, pues la situación mejora ostensiblemente cuando estos provienen por ejemplo de cebada, donde el almidón es altamente digestible por el conejo y empeora con el de maíz. La flora cecal también necesita un aporte mínimo de almidón que en ocasiones se ve recortado con las dietas altas en fibras y bajas en almidones si no están correctamente diseñadas.

De hecho ya hay trabajos realizados niveles altos de almidón donde no se observan problemas digestivos, pero en la mayoría de ellos son trabajos experimentales con aportes de enzimas que permiten una alta digestibilidad del almidón y por tanto una seguridad acumulada.

2. Cambios en el manejo

Como es habitual implican generalmente más trabajo para el cunicultor y no siempre son vistos con buenos ojos. Se basan en la instauración de dos sistemas de trabajo: la implantación de vacíos sanitarios y por otro lado el sistema de restricción de pienso.

El sistema de vacío sanitario es un paso ineludible y tenemos la gran experiencia en pollos broiler, cerdos y otras ganaderías superintensivas. En todas ellas la implantación de vacíos sanitarios ha significado un cambio radical en la permanencia de agentes patógenos en las instalaciones y ha demostrado ser una herramienta imprescindible para un funcionamiento óptimo.

En muchos casos implica un esfuerzo notable de trabajo extra, pero los resultados son claros y diáfanos, sin espacio para dudas. Si no hay tiempo para una limpieza a fondo y desinfección posterior, no conseguimos disminuir la carga bacteriana presente y proximos lotes iran igual o peor.

 El vacío sanitario es un paso clave en la producción, ha significado un cambio radical

Las bacterias y virus permanecen en la suciedad, como es el polvo, telarañas, nidales, restos de pienso en comedero, bebederos, etc. Para poder limpiar a fondo es imprescindible y necesario que no haya animales, pero siempre se hace a medias.

Tampoco es cierto que sin animales se realice una desinfección y limpieza a conciencia, pero es posible hacerlo si se quiere.

«Las limpiezas a medias es simplemente un trabajo mal hecho y para erradicar una enfermedad hay que asegurarnos que no queda ninguna bacteria en la nave»

El sistema de restricción de piensos se irá implementado sin ninguna duda en las instalaciones por la mejora significativa en mortalidad que se aprecia y la disminución de los costes alimentarios directos que genera. El plan de restricción es en principio adaptable a la estación del año, edad de los animales y característica de las líneas genéticas con la cual trabajamos.

Hay varios sistemas en el mercado automatizados, en los cuales el ordenador controla el pienso que se administra y cada día se reparte el consumo teórico del día. En el sistema de restricción de piensos se observa una mejora significativa en la mortalidad y una disminución de los costes alimentarios directos

Hay numerosas tablas y cada una se tiene que adaptar a la instalación en concreto. Últimamente se está recomendando pesar los animales cada semana para obtener datos y corregir las curvas de administración de pienso.

Uno de los efectos positivos de este sistema es la importante reducción de costes en alimentación. El hecho de ir restringido implica que no tiran pienso al suelo ya que se lo comen todo cuando saben que es un bien finito. Además también ingieren el polvo del pienso y lo aprovechan como fuente de alimento con buena eficacia.

Tabla 1. Racionamiento (variable según ubicación, altura, concentración energética del pienso y línea genética utilizada

3. Cambios en el ritmo productivo

Los cambios en los ritmos productivos suponen uno de los puntos más controvertidos tanto a nivel de los técnicos como de cunicultores, con fuertes defensores y detractores por igual. Su eficacia es elevada pero implica unas pérdidas productivas directas y un ligero aumento de los costes alimentarios que hay que compensar con los resultados obtenidos.

Es un cambio que tiene interés en las explotaciones más antiguas o incluso obsoletas, aunque encontramos instalaciones nuevas diseñadas para trabajar específicamente con este sistema sin ningún inconveniente y donde la rentabilidad es muy buena.

Cambios en el ritmo productivo se basan en retrasar el ritmo de las reproductoras hasta los 25 días postparto

En concreto consiste en retrasar el ritmo productivo de las reproductoras hasta los 25 días postparto. Esta técnica permite destetar animales de hasta 49 días de vida aportando una protección extra a los gazapos por parte de la madre.

Todo parece indicar que los gazapos siguen ingiriendo cantidades de leche importantes hasta esa edad ejerciendo la leche un efecto inhibidor del crecimiento de las bacterias patógenas como son los clostridios y el E.coli. Este efecto inhibidor pudiera ser debido a la composición de ácidos grasos de la propia leche y la necesidad de nutrientes tipo almidón que necesitan

Las  bacterias patógenas de engorde en general para su desarrollo y crecimiento y que no llegan en cantidad suficiente al ciego por la falta de ingesta de pienso.

En este sistema el punto flaco es que se obtienen un 26% menos de partos anuales respecto a un manejo de 11 días postparto, lo que significa con toda razón una disminución del mismo porcentaje en gazapos a la venta. Sin embargo, en granjas con problemas crónicos insidiosos llega un momento que es preferible vender un poco menos pero que no se mueran. Si la instalación está bien diseñada curiosamente se puede invertir está disminución de producción y obtener por el contrario una mayor cantidad de gazapos a la venta.

Como el ciclo en maternidad es de 56 días, permite trabajar con dos naves para madres y por tanto dos bandas mientras que en cebo únicamente necesitamos una nave, ya que al destetar a 49 días de vida en un periodo máximo de 21 días ya están a la venta (en caso de vender a pesos elevados) y no necesitaremos la nave hasta dentro de una semana para el próximo engorde.

Es decir, nos permite trabajar con una proporción de 2 jaulas-madre por 1 jaula-engorde. En el mejor de los casos permite aumentar la producción hasta el 50% en la misma instalación o el doble en instalaciones nuevas diseñadas ex-profeso. No se puede descartar este sistema de ninguna manera, aunque si se disponen de buenas instalaciones no siempre es aconsejable decantar hacia esta línea de trabajo.