Las orquídeas no soportan el cambio climático

Orquideas cambio climatico
Orquideas cambio climatico

Las orquídeas conforman, con sus más de 30.000 especies repartidas por todo el mundo, una de las familias más extensas del mundo vegetal. Sin embargo, estudios recientes demuestran que estas plantas están sufriendo de forma especial los rigores del cambio climático ya que, sólo en México, una treintena de variedades corren peligro inminente deextinción.

«Antes llovía de mayo a agosto y hoy de julio a septiembre, entonces las plantas o adelantan su floración o la retrasan, o se nos pudrieron», mantiene Rebeca López, secretaria nacional de la Asociación Nacional de Orquideología mexicana.

Esta circunstancia ha hecho mermar el número de especies presentes en la exposición anual que tiene lugar en el Museo Franz Mayer de la capital mexicana. La muestra presenta al público aproximadamente 300 orquídeas, de más de 60 especies silvestres de México e híbridos (cruces artificiales) de Thailandia, Taiwán, Estados Unidos y China.

Las orquídeas despiertan la pasión de los hombres desde tiempos inmemoriales. Ya en la antigua Grecia se le atribuían propiedades curativas y afrodisíacas. Existen escritos chinos de 1.500 años de antigüedad donde se hace referencia al cultivo de las orquídeas. Ahora, los efectos del desarrollo humano desmedido suponen una seria amenaza para su supervivencia.

Problema generalizado
No cabe duda de que las irregularidad de las lluvias y la mayor fuerza de los rayos del sol impiden en los últimos años que muchas orquídeas florezcan. Pero el problema no es sólo de estas bellas flores. Cientos de animales y plantas, cuyos hábitats se extienden desde los trópicos hasta las regiones polares, podrián desaparecer en los próximos 100 años si no se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, no poniéndose freno al cambio climático.

Y aunque el problema está generalizado, hay áreas de especial vulnerabilidad como los Andes tropicales, la región del Cabo Floristic (en el extremo de Sudáfrica), el suroeste de Australia, los bosques atlánticos de Brasil, Paraguay y Argentina, y también las Islas Galápagos.

Especies vulnerables
Precisamente en las Islas Galápagos, los científicos se esfuerzan por estudiar y buscar un remedio al impacto del calentamiento global sobre la rica pero frágil biodiversidad de las islas. Los principales problemas a afrontar son los cambios abruptos y frecuentes en las temperaturas marinas y la muerte de los arrecifes de coral cerca de las islas.

El archipiélago se ubica a unos 972 kilómetros al oeste de la costa de Ecuador, y se ha convertido en el hogar de infinidad de especies que dependen unas de otras para sobrevivir.

Arrecifes de coral
«Los arrecifes de coral generan un hábitat, son como un bosque, como el Amazonas. Son hogar de veintenas de especies. Si los corales mueren perderemos miles de especies que están vinculadas a él. Todo está entrelazado. No se puede decir que esto es tierra, esto es mar, ambos son uno”, asegura la bióloga Judith Denkinger.

«Las islas son especialmente vulnerables al cambio climático», según confirma Gabriel López, director ejecutivo de la Fundación Charles Darwin, que manifiesta una especial preocupación por la incidencia de este fenómeno sobre los leones marinos, los pingüinos, las tortugas gigantes, el alcatraz patiazul, el albatros, los gorriones y las iguanas marinas, por sobre todo.

Gran Barrera australiana

A un problema similar se enfrenta la Gran Barrera de Coral australiana. Su crecimiento ha descendido a su ritmo más lento en 400 años, y esto pone en peligro a las especies que alberga, según alertan los investigadores del Instituto Australiano de Ciencias Marinas.

Los expertos han estudiado corales gigantes cuya edad supera los cien años y descubrieron que su calcificación había descendido en más de un 13% desde 1990. Las causas, explicaron los científicos en el artículo publicado en la revista especializada «Science», son el calentamiento global y el aumento de la acidez en el mar.