FORMULACIÓN Y APLICACIÓN DE LOS HERBICIDAS

Los herbicidas nunca se aplican tal como fueron sintetizados en la industria, sino mezclados con otros productos. El resultado final es la formulación herbicida, que es la que se comercializa. Normalmente, la formulación debe ser diluida en agua para poder ser aplicada en el cultivo. Un mismo herbicida se puede formular de distintas maneras. Las principales formulaciones son:

  – Soluciones: El herbicida aparece en disolución. El solvente suele ser agua.

  – Concentrados emulsionables: Son formulaciones líquidas que, al mezclarse con agua, dan lugar a una emulsión (ambos líquidos son inmiscibles, pero uno de ellos forma diminutas gotitas que quedan en suspensión). A veces se requiere agitación u otros procedimientos para evitar que los dos líquidos se separen.

  – Polvos mojables: Son formulaciones secas de muy pequeño tamaño de partícula. Se añaden al agua y quedan en suspensión, por lo que se requiere agitación para que el producto se aplique correctamente.

  – Polvos solubles: En este caso, se disuelven al añadirlos al agua. Una vez lograda su disolución, no se requiere agitación adicional.

  – Floables: Son polvos mojables muy finamente molidos, que se comercializan como una solución espesa en un líquido, al que luego habrá que añadir agua. Requieren agitación moderada.

   – Gránulos: El herbicida se une a partículas de arcilla o materiales porosos (cáscaras de nuez, carozos de maíz) de un tamaño estándar. Estos gránulos se aplican al suelo.

Los coadyuvantes son sustancias que se añaden a los herbicidas, bien en su formulación o a la hora de aplicarlos, para mejorar sus propiedades físicas y químicas. Destacan los mojantes (reducen la tensión superficial, por lo que el herbicida se extiende mejor sobre la cutícula vegetal), los adherentes (permiten que el herbicida se adhiera mejor a la planta), aceites vegetales (incrementan la acción foliar de algunos herbicidas, al favorecer su absorción por la planta y alterar las membranas celulares) y agentes antiespuma.

Hay herbicidas, como otros productos fitosanitarios, que pueden mezclarse entre sí; en este caso, se dice que son compatibles. En otros casos, los productos son incompatibles y su mezcla no es aconsejable. Por ejemplo, puede que las formulaciones de los productos no se mezclen, y se obtengan precipitados. O que se combine, dando un compuesto diferente y de acción imprevisible. O que sus mecanismos de acción interfieran entre sí. En general, cuando la mezcla de productos tiene un efecto menor que la de los productos individuales, se dice que existe antagonismo. El caso contrario, un efecto acumulativo mayor del esperado, se denomina sinergismo.

También es importante guardar precauciones a la hora de aplicar herbicidas, para evitar accidentes en los operarios o agricultores. Estos percances se suelen deber tanto a la inexperiencia como al exceso de confianza, y pueden evitarse con unas precauciones básicas, sobre todo utilizando un vestuario adecuado.

Ya se sabe que es un martirio, sobre todo en verano, llevar puesto el mono de trabajo, los guantes y botas de goma y, si es necesario, una mascarilla, pero se debe evitar el contacto del herbicida con la piel, así como la inhalación de sus vapores. La ropa manchada con herbicida debe ser lavada lo antes posible, y no dejársela puesta un día tras otro.

También se debe disponer de alguna ducha o lavabo por si se entra en contacto accidentalmente con el herbicida. Y, por supuesto, para evitar la inhalación o ingestión de producto, es mejor no beber, comer ni fumar mientras se está aplicando un herbicida. Esto último puede parecer una exageración, ya que las cantidades absorbidas de herbicida son mínimas, pero su efecto acumulativo, en plan crónico, puede dar un susto el día menos pensado.

Cuando se ha terminado de aplicar un herbicida, la solución remanente en el tanque se deberá pulverizar en algún terreno baldío, donde no suponga peligro de contaminación, y el equipo se deberá lavar a conciencia. En caso contrario, podrían quedar restos en los filtros o boquillas que pudieran causar problemas en próximas aplicaciones. Por supuesto, la limpieza y desatascado no se debe hacer con las manos desnudas ni soplando